130 parejas contraerán matrimonio este 14 de febrero en Quito. A partir de las 09:00 y hasta las 17:00, unos 30 trabajadores del Registro Civil, ubicado en las Naciones Unidas, se dedicarán a celebrar el centenar de bodas programadas.
Para que Lorenzo Guanolema pudiera contraer matrimonio con su Marcelina Ayasaca, hace 44 años, tuvo que convencer a sus suegros durante un día y medio. Superó las pruebas de trabajo que ellos le hicieron en el campo y llevó varias botellas de licor para conseguir la aprobación del compromiso.
Los matrimonios simbólicos con animales, vegetales o elementos de la naturaleza se pueden dar por distintas razones, desde concienciación sobre el cuidado del medio ambiente hasta ‘castigos’ por pecados.
Jennifer López admitió que la clave para ser feliz es aprender a amarse a uno mismo. El mensaje no es nuevo. Sin embargo, cuando lo dice una estrella como López adquiere otra dimensión, y más cuando admite que hubiese querido aprender antes la lección y que ahora, tras tres matrimonios y numerosos romances, quiere estar sola.
“Hoy, una de cada cuatro niños es un hijastro. Si bien se están realizando más y más investigaciones en relación a esta clase de familias, hay poca evidencia que sugiera que el mito de la malvada madrastra haya cambiado.
Las personas felices son más creativas que las que no lo son, pero la felicidad por acontecimientos, como contraer matrimonio o recibir un aumento salarial, tiene fecha de caducidad. Según la psicóloga social Sonja Lyubomirsky, este tipo de alegría solo duraría por dos años.
Los matrimonios de menores de edad y forzados entre las sirias que han buscado refugio en Jordania se han duplicado desde el inicio del conflicto en Siria en 2011, reveló la organización Save the Children.
El amor a primera vista sí existe. Esa afirmación es de la cuencana Alicia Ochoa y del húngaro László Antalffy. Así se confiesa la ex seleccionada azuaya de basquetbol tras 25 años de matrimonio. A finales de 1984, Antalffy llegó a Cuenca para instalar marcadores electrónicos en el Coliseo Mayor y allí conoció a Ochoa, quien se entrenaba con la selección azuaya. Desde ese día se mantuvieron en contacto. Un mes después se reencontraron en Portoviejo. Allí Azuay participaba en un Nacional de Basquetbol y Antalffy, con otros técnicos húngaros, instalaban marcadores electrónicos con miras a los Juegos Bolivarianos de 1985. Alicia León, madre de la ex basquetbolista, conoció en Portoviejo a quien sería su yerno. “Ella no quería que tuviera algo serio con László, por su temor a que abandone el país”. Sin embargo, a los tres meses de amigos se convirtieron en enamorados y el 24 de octubre de 1986 se casaron. Antalffy y Ochoa, quienes ahora tienen 52 y 44 años, tuvieron a László y Alicia, de 2