La música que se escuchaba en el parque General Julio Andrade se apagó. El viernes pasado, de los parlantes que se ubicaron en los postes no salía ningún sonido.
Con una ceremonia, en el parque quiteño que lleva su nombre, familiares, políticos, historiadores y autoridades municipales, recordarán los cien años de la muerte del general Julio Andrade. El suyo es uno de los nombres imprescindibles a la hora de estudiar la historia de la Revolución Liberal.