Los comuneros han equiparado las figuras de monolitos con las de santos y dioses. Las bajaron a sus plazas y las erigieron como centros de identidad. A San Biritute, talla de apariencia humana, le atribuyeron en Sacachún (Santa Elena) poderes divinos: el don de originar la lluvia (aunque fuera bajo azote) y de propiciar la fertilidad entre las mujeres que rozaban su zonas íntimas con la forma fálica de la piedra.
Datan de 1900 en adelante y son los inmuebles que se conservan con celo en el centro de Manta. Se trata de edificaciones de dos y hasta tres plantas, en las que sus ocupantes forjaron parte de la historia de la zona urbana del cantón, recuerda el historiador mantense José Elías Sánchez.
Técnicos del Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (INPC), regional 5, confirmaron el hallazgo de una figura perteneciente a la cultura Guancavilca (900 d.C.- 1531 d.C.) en la provincia de Santa Elena.