Tanlagua ya no es ese caserío empolvado donde la gente humedece telas y las coloca bajo la puerta para que la tierra no cubra los muebles.
Tanlagua es el poblado de San Antonio de Pichincha con más escombreras. En diciembre del 2020, la Emgirs abrió un espacio para recibir estos desechos.
Una escombrera clandestina pudo ser la causante del aluvión que la noche del pasado domingo arrastró lodo, llantas y otros restos sobre la calzada en el acceso a Quito de la Panamericana Norte, a la altura de Oyacoto, y que terminó con la vida de una madre y su hija de cuatro años. El deslizamiento de tierra y escombros atascó a 50 vehículos y bloqueó ambos carriles de la vía.
Es la parroquia que vive de la tierra, del ripio y de la piedra, de donde sale el 60% de los materiales pétreos con los que se construyen las casas de la capital. Y, precisamente, su principal problema tiene que ver con los desechos de la construcción: los escombros.