Eduardo Villacís es de aquellas personas que prefieren planificar en función de lo negativo. Y no porque espera fallar en todo. Más bien, él analiza las posibles problemáticas en lo que planifica, para encontrar soluciones prácticas.
Bajo la sombra de las ucronías se resguardan las realidades más inverosímiles alguna vez imaginadas. Un todopoderoso presidente de una nación capaz de infiltrarse en cualesquier esfera socio-política. La conquista de un continente a cargo de un grupo de guerreros aztecas. O el crecimiento de una ciudad que, en su afán de mantenerse como patrimonial, se expande hacia abajo. Lo conocido como verdadero, bajo esta gran matriz, se convierte en leyenda.