Las ucronías de Eduardo Villacís

Las ucronías de Eduardo Villacís

Bajo la sombra de las ucronías se resguardan las realidades más inverosímiles alguna vez imaginadas. Un todopoderoso presidente de una nación capaz de infiltrarse en cualesquier esfera socio-política. La conquista de un continente a cargo de un grupo de guerreros aztecas. O el crecimiento de una ciudad que, en su afán de mantenerse como patrimonial, se expande hacia abajo. Lo conocido como verdadero, bajo esta gran matriz, se convierte en leyenda.
Nuevos contextos inmortalizados en el arte de Eduardo Villacís Pástor y que se podrán observar desde el este sábado 1 de febrero en el Centro de Arte Contemporáneo, CAC, (Montevideo y Luis Dávila) como parte de la exposición 'Antilógica'.
Aproximadamente 500 creaciones que datan de inicios de los años noventa hasta la actualidad se exhiben dentro de la muestra. Una mirada panorámica a las artes visuales trabajadas por Villacís Pástor: pintura, dibujo, animación 3D, videojuego y cómic.
Antes de recorrer las salas del CAC, el artista propone tres búsquedas: por lo que no es; por lo que podría ser; por lo que ha sido. Una tríada cuyos elementos se vinculan como resultado de las constantes exploraciones de Villacís en distintas prácticas artísticas (en un mismo período es capaz de desarrollar un proyecto en torno al cómic y, a la par, dedicarse a la pintura).
Tras la pista de una voz propia, el universo pictórico de del artista resulta novedoso y único. Karen Solórzano y Juan Carlos León, curadores de la exposición, coinciden en que Villacís es un disidente. Mientras que a finales del siglo XX en el Ecuador artístico se inhalaban los restos del indigenismo y postindigenismo, él hallaba en la matemática y la tecnología a las nuevas aliadas para su propuesta estética. La elaboración del primer cortometraje en 3D en el país y varios videojuegos son algunos de los trabajos que ha realizado entre siglos.
Las ficciones de Villacís van mucho más allá del papel. También están en la construcción de 'El Espejo Humeante' (que cuenta con piezas de exposición y un libro), que recrea un museo en el cual se narra el proceso de colonización de América hacia Europa. Así, el Viejo Continente es invadido por aborígenes llegados del otro lado del Atlántico. En su afán de conquista, ellos destruirán a los pueblos y naciones locales, imponiendo una nueva lengua y cultura. El CAC será el primer espacio ecuatoriano en acoger a este proyecto, que ya estuvo en Estados Unidos durante los años 2003, 2004 y 2007.
Para Solórozano, en la obra de Villacís existen reflexiones importantes sobre los modelos políticos. La 'dictadura de Lucio' por más de 80 años es una muestra de esto. Al comentarlo con Villacís, él prefiere no emitir comentarios. En su obra, dice, el humor es una de los ejes. Si bien es bastante crítica, cualquier diálogo se construye sin la intención de ofender a grupos determinados.
En los años noventa, la novedad en el arte ecuatoriano era Villacís. Pero su lenguaje y recursos, alejados de lo usualmente visto en los círculos críticos de la época, resultaban algo ajenos. Ahora, con la incursión de varios artistas en lo multimedia, ¿su obra se mantiene adelantada a su tiempo? Tal vez sí. Y lo hace en tanto va dejando lo tecnológico por lo manual. El lápiz, caído en desuso, es nuevamente un compañero de hazañas artísticas. León lo define de manera excepcional: Villacís es una contradicción constante.
Desde las 11:00 del sábado, las galerías bajas del Centro de Arte Contemporáneo abrirán sus puertas para conocer la obra de Villacís. Siguiendo varias de las ideas del artista, cada una de las piezas se constituye en una afirmación de cómo destruir los escepticismos de la gente. "Al estar vinculado al diseño y a la matemática, la gente no creía que lo que hacía era arte", comenta Villacís. Solórzano explica el porqué de esto: en el momento en que Eduardo Villacís desarrolló sus propuestas, había paradigmas bastante consolidados.
Al ser tan vasta la obra del quiteño, encontrar momentos determinados en su práctica es casi un imposible. No hay épocas de enojo ni de preciosismo ya que, como en lo fantástico, todo llega al mismo tiempo. Asimismo, está el hecho de que él es un explorador, inquieto por develar nuevos mundos.
El contexto
Parte de la producción de Eduardo Villacís se inscribe en la técnica del cómic. Pero no es el único destacado, aunque sí uno de los nombres de referencia en este campo. Caricaturistas como Iván Calero, JD Santibañez, Wilo Ayllón son algunos de sus pares locales.