La política da vueltas. Aquello del giro radical de 360° a veces es cierto -se vuelve sobre el propio terreno-, aunque más frecuente sea el giro de 180°.
No por intuido o menos sorpresivo, el escándalo mundial por las revelaciones de corrupción al interior de la FIFA ha puesto de relieve, una vez más, el cáncer que corroe al individuo y a la sociedad cuando se debilitan los principios éticos, lo que ocurre especialmente en épocas de abundancia de recursos económicos y de gasto incontrolado.