Eran los primeros días de agosto cuando Luis Muñoz decidió comprar una computadora para trabajar desde casa. El joven recuerda que recién había cobrado su sueldo cuando recibió un anuncio en Facebook.
Computadoras, celulares, memorias extraíbles, fotografías impresas de niñas y adolescentes. Este material fue hallado por agentes que incursionaron en una casa del sur de Quito, desde donde operaba una red de pornografía infantil.
Manténgase informado con el podcast: Entérese con EL COMERCIO. A continuación, los temas más destacados de EL COMERCIO este domingo 4 de octubre del 2020.
Las amenazas no han parado y las empresas de seguridad informática temen que las cibermafias realicen más ataques globales, como el que fue reportado la semana pasada.
En apenas 24 horas, los ciberdelincuentes atacaron 38 363 computadoras, tabletas, celulares y portátiles en el país. Era martes 6 de diciembre y los virus entraban unos tras otros a los ordenadores. La mayor embestida se produjo entre las 12:00 y las 14:00. Kapersky, una empresa de seguridad digital que indaga a las cibermafias, reportó todo lo que sucedía.
El avance de la tecnología y la sociedad hiperconectada también tienen su lado negativo.En el país existen ya 49 peritos acreditados por el Consejo Nacional de la Judicatura para enfrentar los crecientes delitos informáticos.
Su objetivo es llegar al corazón de una red criminal en Internet. Son peritos informáticos, con títulos en ingeniería en Sistemas y que están acreditados por el Consejo de la Judicatura (CJ).
Son civiles y policías. Ocho en total. Operan en una unidad que la Fiscalía conformó para investigar los delitos informáticos más frecuentes que hasta ahora han registrados: bullying cibernético, robo de claves de tarjetas de crédito, suplantación de identidades, etc.
El virus se propagó desde la mañana del lunes 19 de enero. Por la tarde, expertos en seguridad informática ya conocieron las primeras infecciones. El ‘malware’ avanzó y en cinco días penetró en los ordenadores de unas 17 empresas privadas e instituciones públicas de Quito, Guayaquil y Cuenca.
En una pequeña pantalla se ve en tiempo real cómo las mafias virtuales intentan penetrar los ordenadores de las empresas. El ataque surge, especialmente, desde Bulgaria, Rumania, Hungría, India... Las víctimas están en América y los blancos frecuentes son plantas hidroeléctricas, petroleras, sistemas de telecomunicaciones, la banca y oficinas públicas.