Tras el retablo de San Lucas, patrono de los artesanos, se escondía un secreto. Los trabajos de restauración y mantenimiento de la denominada Capilla de Cantuña, en el Convento de San Francisco, arrojaron cuatro hallazgos.
El indígena Francisco Cantuña, herrero de la ciudad, se destacó en el culto a Nuestra Señora de los Dolores. La capilla es un muestrario del arte quiteño.
Entre la historia y el mito, Francisco Cantuña pervive en la memoria colectiva del Ecuador. Su leyenda muestra al indígena que salvó su alma del demonio por medio de la razón, la seducción, la construcción del atrio de San Francisco y la reivindicación. Así define el compositor ecuatoriano Marcelo Beltrán a la ‘Ópera Cantuña’, obra de dos actos que contempla la danza, teatro y la música ecuatoriana.
Con música, títeres, baile y el lanzamiento de un manual de conservación de patrimonio se celebró el Día Internacional del Patrimonio Mundial. Las actividades por la conmemoración de esta fecha empezaron en la Capilla del Museo de la Ciudad, donde llegaron vecinos del Centro Histórico.
Álex Solano. Joven quiteño.
La leyenda de Cantuña es una de las más conocidas en el Ecuador. Pablo Boada lo comprobó durante una visita a una escuela, en Guayaquil. El investigador de la fundación Quito Eterno pidió a los niños que plasmaran en un dibujo una leyenda ecuatoriana. La mayoría escogió la del indígena quiteño que hace un pacto con el diablo para concluir la construcción de la iglesia de San Francisco, a cambio de su alma.
Tres versiones sobre la tradicional leyenda fueron discutidas en un foro. Se habló de su relevancia en el proceso de construcción de la identidad nacional.