Varios ciudadanos alertaron a las autoridades sobre un extraño artefacto explosivo en un parque del cantón Naranjal.
Las calles del cantón Naranjal se pintaron de azul para despedir a Dannes Coronel, considerado un hijo ilustre de esa zona del país. Su sepelio movilizó a cientos de hinchas que armaron una caravana por sus calles. También estuvieron algunos de sus excompañeros y figuras del fútbol ecuatoriano.
Cada bocanada de aire se convertía en un canto vigoroso. Con una hoja de platanillo entre sus manos, Marco Lequi invocaba al tucán en medio de la frondosa vegetación que reviste a la cordillera Molleturo.