La investigación en torno al oso andino se ha diversificado en el Ecuador para ampliar la comprensión de la especie más allá de su comportamiento. A inicios de junio del 2020, un estudio publicado por investigadores de la Pontificia Universidad Javeriana, el Instituto Nacional de Biodiversidad (Inabio), la Fundación Oso Andino y la Universidad de Minnesota-Crookston pone énfasis en la historia genética de la especie, en peligro de extinción, y en sus zonas de tránsito.