Hoy se hará cargo de sus funciones de rector de la Universidad Andina Simón Bolívar Sede Ecuador, el Dr. César Montaño Galarza, distinguido docente, investigador e internacionalista electo por su Consejo Superior luego de que obtuvo el 87% de los votos en la consulta previa a la comunidad.
Fue un triunfo legal y legítimo. Pero el correísmo, que ha pasado años tratando de intervenir la Universidad Andina y eliminar su pluralismo y apertura, encontró un pretexto para objetar su legalidad y un organismo cuestionado e incompetente como el Parlamento Andino como instrumento de intervención.
Se argumenta que la Universidad Andina tiene que cumplir las leyes del país, que el Dr. Montaño no puede ser rector porque una transitoria de la Ley de Educación Superior (LOES), que entró en vigencia en octubre de 2015, prohíbe a quienes se han graduado de doctores en una universidad ejercer su rectorado.
La Universidad Andina cumple estrictamente las normas de la Comunidad Andina, sus propias reglas internas y, desde luego, las leyes de los países en los que funciona, en este caso el Ecuador. Todos sus cursos son aprobados por el CES, sus titulaciones son registradas en la Senescyt, el Ceaaces la evalúa, se cumplen las normas laborales y tributarias. Todo está en orden.
En la elección de su rector cumplió la LOES, que en su disposición general séptima dice que las instituciones de educación superior que operan en el Ecuador bajo acuerdos y convenios internacionales “se regirán por estos instrumentos en lo relacionado a la designación de sus primeras autoridades que deberán cumplir los requisitos de que esta Ley establece”. Se cumplieron todas las normas del Ecuador, incluso todos los mismos requisitos para ser rector, que establece la misma Ley en su artículo 49.
La transitoria no es aplicable en este caso por lo que manda la misma ley ecuatoriana en su disposición general séptima, y porque el Dr. Montaño se inscribió como candidato en septiembre de 2015, antes de que esa transitoria estuviera vigente. No hubo ilegalidad alguna. Además, como para cualquier institución superior, para la Universidad Andina es un timbre de orgullo que un distinguido alumno y docente suyo haya sido designado rector con tan amplio apoyo de la comunidad universitaria.
Ese respaldo se ha manifestado también en la sociedad. 1 500 profesores universitarios, rectores, exrectores y exautoridades nacionales expresan su respaldo a la universidad y su autonomía. Centenares de académicos e instituciones superiores del exterior también lo han hecho. Organizaciones sociales, gremios, colegios profesionales, cámaras de la Producción, entidades de derechos humanos se han solidarizado con una comunidad universitaria que está unida y dispuesta a enfrentar el futuro sin miedo y con optimismo.