El nuevo Ministro de Economía y Finanzas regresó de Estados Unidos luego de un viaje que buscó, básicamente, consolidar el apoyo financiero de los multilaterales, aunque hubo otros dos temas de igual importancia.
En el corto plazo, la prioridad de las autoridades económicas es garantizar el financiamiento y la cooperación internacional, lo cual requiere mantener abiertas las puertas del FMI, el Banco Mundial o el BID. También se necesita apoyo político de Estados Unidos, que tiene mayor peso en los directorios de los multilaterales.
En cualquier caso, el apoyo de los multilaterales pasa por cumplir la carta de intención firmada hace un mes con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
De los USD 6 500 millones ofrecidos por el FMI, 2 000 millones ya llegaron a inicios del mes pasado y un monto similar se espera hasta fin de año, siempre que se cumpla con varios requisitos. El más importante es la aprobación de una ley anticorrupción, la cual está en trámite en la Asamblea.
Esta Ley es importante no solo porque viabiliza el nuevo desembolso del FMI. Lo relevante son los beneficios que el país puede obtener si reduce la corrupción, ya que mejora su imagen internacional, atrae nuevas inversiones y genera menores costos de financiamiento.
Según el FMI y el Foro Económico Mundial, los gobiernos menos corruptos recaudan 4% más del PIB en ingresos fiscales. En el caso ecuatoriano se podría conseguir alrededor de USD 4 000 millones anuales, razón suficiente para avanzar en esa línea.
Además, es conocido que el Fisco necesitará más recursos para salir de la crisis y sanear las finanzas públicas. Para ello se prevé presentar el próximo año una reforma tributaria que, entre otras cosas, deberá generar ingresos fiscales por cerca de USD 2 000 millones. Una lucha efectiva contra la corrupción puede reducir la necesidad de elevar la carga impositiva, aunque será necesario avanzar para simplificar impuestos y eliminar tributos que alejan la inversión.
Además del financiamiento para el Fisco, la visita a Estados Unidos tenía el objetivo de abrir líneas de financiamiento para el sector privado del Ecuador. El Gobierno reconoce que cualquier reactivación económica dependerá del papel que cumpla la empresa privada, ya que el Estado continuará con el ajuste en el gasto.
Las proyecciones de crecimiento del Ecuador -luego del ‘rebote’ en el 2021, oscilan entre el 1,2 y 2,3%, insuficiente para generar nuevas plazas de trabajo. Para cambiar ese panorama se necesitará crecer sobre el 4% de manera sostenida, para lo cual hay que hacer cambios estructurales.
Y parte de esos cambios pasa por alinear la economía al comercio internacional, que fue el tercer objetivo de la visita.
El Gobierno busca acelerar un acuerdo comercial con Estados Unidos, que es el principal socio del país. Esa negociación tomará un nuevo impulso este 9 de noviembre, pero su futuro dependerá de los resultados de las elecciones en EE.UU.