La Sinfonía 6 de Piotr Ilich Tchaikovsky (1840-1893), más conocida como ‘Patética’, fue estrenada apenas nueve días antes de la muerte de uno de los más grandes compositores musicales rusos. El debut de esa obra fue también una de las mayores decepciones del músico debido a la apática aprobación del público. En esa sinfonía resumió los episodios más trágicos de su vida, especialmente por su condición de homosexual en una época de absoluta intolerancia.
Siempre se afirmó que murió por causa del cólera; otros biógrafos han escrito que su muerte fue un suicidio tras descubrirse su relación con un joven hidalgo ruso, alumno de Tchaikovsky. Cuando el tío del alumno se enteró de esa relación se le hizo un juicio y se lo conminó a dar a conocer públicamente su condición de homosexual. De lo que se ha escrito muy poco es de una carta que Piotr Ilich escribió a su sobrino Vladimir Davidov, en la cual narra la cruda verdad, quizá la que los biógrafos prefirieron ignorar.
La epístola está registrada en el libro ‘Preludios: una historia de la música en 24 diálogos’ escrita por el español Santiago Miralles Huete. “Has de saber –escribe Tchaikovsky a su sobrino- que me han condenado a muerte, no hablo en sentido figurado, esta misma tarde, ocho hombres supuestamente justos han formado un tribunal de honor para dilucidar mi destino”.
“Mi caso”, expresa el músico, solo puede resolverse con la muerte. El tribunal, explica en su carta, estaba formado por egregios jurisconsultos que no le perdonaron que un día dejara de ser uno de ellos para dedicarse completamente a las clases en el conservatorio. “He vuelto al redil y en el redil me han clavado sus colmillos”.
Reiteradamente, los historiadores han escrito que el matrimonio del músico fue para ocultar su homosexualidad. En la epístola admite que ese fue un episodio “en el que demostré cómo mi faceta humana puede llegar a honduras de estupidez difíciles de entender… me casé huyendo de una reputación que ha acabado alcanzándome y ha provocado hoy mi sentencia de muerte”.
También narra la repugnancia que le causó la luna de miel y su precipitada huida del lecho nupcial. “El hombre Tchaikovsky demostró una vez más su incapacidad para vivir entre los hombres y el artista Tchaikovsky vino a rescatarlo con la música”. Y esta es la revelación más trascendental del misterio que queda registrada en el libro de Miralles Huete: “Mañana me entregarán una pócima que hará efecto en dos o tres días, auguro un final doloroso, ya han acordado hacer correr la voz de que he enfermado de cólera y prenderá el bulo de una muerte digna”. Tchaikovsky fue uno de los mayores compositores musicales que conoció la humanidad, su obra no solo se resume en su sinfonía Patética, también en su ópera Eugenio Oneguin, en sus conciertos para piano y violín y en su música para ballet.
Fernando Larenas / @flarenasec