Paula, 4 años. Katty, de 24. Solange, 22. María, 29. Katherine, 29. Andrea, de apenas un año. Kattia, 24. Gabriela, 20. Anahí, 14. Juana, 50. Sanny, 22. Enriqueta, 41. Camila, 20. Jennifer, 31. María Isabel, 35. Zoila, 83. Elizabeth, 34. Sara B, 26. Belén G, 31.Paola, 38. Rosa, 39. Judith, 10. Liliana, 29. Wendi, 30. Gabriela, 34. Marlene, 38. Emily, 8. Belkis, 49. Gema, 23. Paulina, 26. Jenny, 37. Nayeli, 14. Daniela, 9. Sasha, 6. Elvira, 32. Mayra, 35. NN, 76. Yulexi, 26. Marjori, 37. Johana del Rosario, 39. Génesis, 27. Liseth, 31. María Magdalena, 22. Cristina, 29. Lidia, 19. María Gabriela, 26. Daniela, 30. Valentina, 3 meses. Maité, 4 años. Elsa, 21. Isabelli, 38. Johana, 25. María Mercedes, 25, Rosa Angélica, 27. Katherine, 30. Jessica, 20. María Carmen, 40. Ariana, 21. Mariela. Julia, 37. Johana Patricia, 37. Silvia María, 26. Emilia, 4. Katherine, 20. Marilyn de la T., 25. Yanina, 24, Maribel, 38. Gladys, 59. Jazmín, 21. Yessenia, 43. Karen Natalia…
Todas ellas fueron asesinadas durante el confinamiento por la pandemia. La mayoría, en manos de sus parejas o exparejas, es decir, en manos de quienes decían amarlas. A las demás, sobre todo a las más niñas, las mataron sus padres o padrastros. 73 mujeres de lo que se sabe, han sido asesinadas desde que se declaró la emergencia sanitaria en Ecuador. 61 feminicidios en lo que va del año, dice el Estado. 101 casos según los registros de las organizaciones sociales, porque hay otros casos que se ignoran o que no son parte de a estadística, que ocurren en rincones alejados del país que ni siquiera llegan a ser contabilizados. Guayas, Manabí y Pichincha, se llevan las cifras más altas de mujeres asesinadas entre marzo y noviembre del 2020, aunque no hay provincia libre de este letal virus.
De eso habla “Silenciadas”, un proyecto periodístico llevado a cabo por Desireé Yépez, Chenoa Yépez y Giana Benalcázar y que se puede leer en https://silenciadasproject.com/
Silenciadas cuenta sus historias y las de sus familias. Silenciadas hace lo que el buen periodismo debe hacer, lejos de las agendas oficiales y cerca de lo que pasa con la gente. Silenciadas es la voz de aquellas madres, hijas, hermanas, cuyas vidas acabaron brutalmente. Silenciadas es el espejo de una sociedad enferma de violencia. Silenciadas es un no rotundo a la indiferencia, un no a ese machismo y esa violencia normalizada que está causando pérdidas humanas y un dolor profundo.
Silenciadas es un homenaje a ellas, a sus vidas truncadas, a sus sueños. Entrevistas, testimonios, crónicas y registros de los casos en manos de la justicia, hacen visible el problema que tiene raíces profundas en el Ecuador. Silenciadas quiere “hacer ruido ahí donde se impone el silencio”, según dicen las autoras del proyecto periodístico. Silenciadas les devuelve la voz a esas mujeres asesinadas y ojalá, les devuelva sensibilidad a los ciudadanos.