“Negociar con China exige una política externa con un horizonte que supere al que significa la búsqueda de mercados”.
El viaje del presidente Guillermo Lasso a China para impulsar la negociación de un acuerdo comercial y la refinanciación de la deuda con ese país, responde a una clara política gubernamental sustentada en su profesión de fe en la importancia de esos instrumentos para fortalecer nuestro comercio exterior. En este caso, se trata de negociar con un país que se ha impuesto, en unos decenios, como una de las grandes potencias económicas mundiales, con un papel preeminente en la competición mundial, capaz de convertirse en la primera potencia económica del mundo.
La economía de China, que ha crecido a marchas forzadas, reposa más en la inversión que en la especulación monetaria o bancaria y recurre a la transferencia de tecnología del exterior y al desarrollo de tecnologías endógenas competitivas. Se encuentra en el corazón de una máquina económica y financiera que le confiere una influencia mundial inédita, aunque persisten interrogantes sobre la sostenibilidad de su crecimiento, sobre su incidencia en los países occidentales y sobre su influencia en el sistema internacional.
Los nuevos horizontes comerciales, tecnológicos, financieros y culturales que puede ofrecer China al Ecuador, con un acuerdo comercial, son propios de un país con intereses por consolidar su hegemonía en la geopolítica mundial. La negociación del acuerdo, por tanto, una vez que se ha optado por el aperturismo, requiere de la consideración de todos los elementos que aseguren la obtención de un tratamiento acorde con el diferente grado de desarrollo de los países, y resguarde la soberanía e intereses nacionales.
Negociar con China, con su interés por profundizar sus relaciones con América Latina, exige una política externa con un horizonte que supere al que significa la búsqueda de mercados para productos exportables del país. Los esfuerzos por llegar a ese fin deben lograr tratamientos que conduzcan a resultados que se conviertan en impulsores del desarrollo nacional.