Querida María Paula ‘de rostro nuevo y prometedor’, como se la calificaba cuando entregó su esfuerzo a Alianza País y se adhirió honestamente a la infausta Revolución Ciudadana. Yo la admiré más, el momento en que decidió abandonar al perverso correísmo, ante sus excesos mafiosos por colmar los intersticios del poder.
He apreciado su talento, la fidelidad a sus convicciones; algunas de las duras decisiones que ha tomado, defendidas con su oratoria sencilla y convincente; su lucha contra los que, con un pretexto u otro, quieren desalojarla del poder. Por esto, no quiero creer que el poder en el Ministerio de Gobierno la haya cambiado. El valor de un ser humano, ya lo decía Sartre, se mide en situaciones límite. La que usted vive ahora, lo es: el poder de que hoy dispone es un crisol cuya temperatura la prueba incesantemente. Actúe en consecuencia.
Me refiero a un mensaje de WhatsApp, de contenido que me resulta increíble. Urge que lo hablemos, que quitemos a su personalidad, fiel a profundas convicciones, las dudas que sobre ella buscan sembrar los interesados, ‘perjudicados’ y envidiosos de siempre.
¿Es verdad lo que cuenta tal mensaje? ¿Es justa la duda que siembra en nosotros la ‘noticia’ que reproduzco y que la acusa de entrega a otras causas que las del bien de la ciudad, el de sus habitantes, el bien de los ínfimos espacios de naturaleza que aún quedan vivos en el país que habría podido ser el más verde de la Tierra?:
28 de enero. “La ministra Romo entrega al Grupo de Operaciones Especiales (GOE) -constituido por oficiales y policías preparados para luchar contra la delincuencia que prolifera en nuestras ciudades, y se halla bajo su mandato- las últimas 42 hectáreas de bosque que iban a ser Parque Metropolitano en Cumbayá. Se va uno de los poquísimos espacios verdes que existen en esta zona, y esas 42 hectáreas de bosque ya no serán el parque público tan necesario en este valle. Ubicado en la Loma Lumbisí San Francisco de Pinsha, va desde la Simón Bolívar hasta cerca de la vía a Lumbisí y lo recorren cada día ciclistas de toda edad, adultos y niños que hacen deporte, personas que corren, pasean, disfrutan con mascotas, etc., y es uno de los únicos lugares en el valle con fauna y flora silvestres que urge salvar. Esta entrega se realiza sin tomar en cuenta lo que opina la comunidad. Unámonos por algo por lo que vale la pena luchar, un espacio para nuestros hijos y por el futuro de la ciudad”.
No puedo imaginar que esté en sus planes entregar este terreno. La sé mujer inteligente, deseosa de que el país avance, con mirada alerta al presente; sabe que el poder es pasajero y que lo que importa preservar hoy es lo que queda de la que un día llamamos Madre Naturaleza y a la que hemos tratado y seguimos tratando como a nuestra mayor enemiga. ¿No bastan para acabar con Cumbayá los edificios con título de pronombre y otro, el Agua…, etc. de una compañía que va sembrando de cientos de edificios-hormiguero con entradas de lujo, cuanto toca?