Adolf Hitler, luego de un largo sueño, se despierta en verano del 2011 en Berlín: “Recuerdo que me desperté…. Había relativo silencio, por encima de mí no se veían aviones enemigos, ni se oían cañonazos…”, así inicia Timur Vermes, su novela de ficción y humor negro, de extraordinario éxito editorial en 2013 en Alemania, traducida a 32 idiomas y llevada al cine. Se la puede ver en Netflix.
Hitler, para sobrevivir en el 2011, por su “extraordinario parecido” con el Hitler original, consigue empleo en la TV en un programa de comedia, para representar el papel del Furher nazi, logrando un impresionante éxito por sus furibundas arengas. La prensa recoge el fenómeno: “Hitler demente en You Tube, ¡Los fans aplauden su agitación difamatoria!… En el pasado asesinó a millones de personas: ahora millones le aclaman en You Tube… Hitler hostiga contra los extranjeros, contra las mujeres y la democracia”.
Luego de casi 70 años, Alemania había cambiado en su infraestructura. Sin embargo, el discurso del comediante tenía una enorme acogida en el público; algo, en lo más íntimo, en todas estas décadas, no había cambiado espíritu de una buena parte de este pueblo: el nacionalismo extremo, el racismo, la xenofobia, la “voluntad fanática”.
Así la novela, es un espejo de la sociedad alemana y europea. Entonces, la sátira se transforma en consciencia gris frente al resurgimiento de viejos fantasmas de lo más sangriento de su historia, los populismos de extrema derecha, el nacionalsocialismo, el fascismo.
El crecimiento, en estos años, de estas corrientes se relaciona con la “invasión” de millones de refugiados de Siria, y por la intensa migración de África y América Latina en busca de trabajo y mejores condiciones de vida, en las prósperas economías europeas. Se han potenciado también por los problemas del Estado de Bienestar y por la voracidad de los grandes capitales que apuestan por fórmulas neoliberales.
Sí, Hitler ha vuelto en Alemania. Crecen las facciones de los ultranacionalistas que acorralan a la señora Agela Merkel, Canciller alemana, y líder de la coalición la democracia cristiana y de la social democracia, que ha tenido políticas de acogida para los refugiados.
Pero, Hitler no solo ha vuelto a Alemania sino toda Europa y América. Hace poco, por contados votos, los ultranacionalistas casi llegan al poder en Austria. La señora Marine Le Pen, del ultraderechista Frente Nacional, tiene grandes opciones de llegar a la presidencia de Francia. Y, sin duda, el nacionalismo extremo y el populismo, estuvieron a tras del Brexit, de la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea.
Muchos en EEUU, buscan su Hitler en Donald Trump. Son tiempos del populismo de derechas e izquierdas en el mundo. En América Latina, el de izquierdas, está herido por la crisis y la corrupción.