Luego de un inédito proceso de sufragio, el país cuenta con el presidente de la república que gobernará durante el próximo período transitorio. La opción elegida constituye, por su contenido, un mandato ineludible para el nuevo gobierno. Es, también, la “prueba ácida” para la evaluación de la capacidad del presidente electo para definir su programa de trabajo en concordancia con susofertas de campaña.
La crisis multidimensional que enfrenta el país se ve agravada por la falta de un horizonte al cualdirigirse. No se ha construido un objetivo nacionalque una en su torno a los ecuatorianos, un paradigma que signifique la recuperación de la economía, la plena vigencia de la democracia con gobernabilidad y condiciones de vida dignas para la mayoría de ecuatorianos.
En un corto período que le corresponde gobernar al nuevo mandatario, el reto más importante es definir con sabiduría a toda prueba el objetivo al que llevará al país, y sus medios y estrategias adecuadas para ese fin.
No deben ser simples medidas de orden técnico ni recetas fracasadas en otros medios. Importa la realidad específica del país, en los momentos actuales y en las circunstancias actuales. Se requieren decisiones políticas amparadas por un proyecto que apunte a un nuevo y mejor funcionamiento del sistema económico y social como un todo. El punto de partida es la definición de los grandes principios que cobijarán a los instrumentos y mecanismo de acción que se utilicen.
El reconocimiento del papel del Estado en la conducción y regulación de los procesos sociales del país sustentará el proyecto nacional, de así decidirlo el presidente electo. El sistema económico vigente en el país no es precisamente el de mercado, pues tiene un gran peso la intervención pública en pilares fundamentales como la protección social, los servicios públicos, el derecho laboral, las políticas macroeconómicas y las de la planificación del desarrollo. Por ello, dar curso al debilitamiento del Estado, a privatizar la protección social y los servicios públicos, a imputar al gasto público el descalabro económico, significa poner el peso de la crisis sobre los hombros de los más pobres.
En economía, lo primordial será mejorar la capacidad de consumo de la población de modo de presionar sobre la oferta y reactivar el aparato productivo con generación de empleo. Allí desempeña un rol estratégico la asignación de recursos públicos y privados, aplicando medidas que desestimulen la fuga de capitales debido a la baja del impuesto a la salida de divisas. La mejor defensa de la dolarización es alimentar al sistema con dólares provenientes de la inversión nacional, con su efecto multiplicador que dinamice el proceso de crecimiento.
La hora actual exige concertación para las grandes decisiones. Esto significa el desprendimiento de los intereses particulares que pueden primar en losmedios políticos debido a la pronta celebración de nuevas elecciones, en menos de dos años. La búsqueda de la gobernabilidad mediante acuerdos con la Asamblea Nacional debe partir de la definición y propuesta de un proyecto por parte del gobierno. La respuesta favorable de las diferentes bancadas otorgará la viabilidad al proyecto de beneficio para el país. De lo contrario se reeditarán las negociaciones que dan pábulo a la corrupción.