En Ecuador, la transición hacia empleos verdes no solo es una oportunidad económica, sino una necesidad urgente ante los retos climáticos que enfrenta el país.
En 2023 se catalogaron 12 mil puestos de trabajo como verdes de 73 493 colocaciones exitosas, que se lograron a través del Servicio Público de Empleo. Esto representó un 16%, lo que refleja un avance en la búsqueda de un desarrollo sostenible. Sin embargo, esta cifra debe entenderse en el contexto de una crisis ambiental, que se manifiesta con eventos extremos como las sequías.
La crisis hídrica es un problema acuciante en Ecuador, y en consecuencia se ha considerado como la sequía más extrema en seis décadas. Este fenómeno impacta la agricultura, que es vital para la economía, pero también puso en riesgo el suministro de agua potable y la generación de energía hidroeléctrica. En este contexto, los empleos verdes emergen como una solución altamente viable. La promoción de prácticas sostenibles en sectores como la agricultura y la energía puede ayudar a mitigar estos efectos adversos.
Los empleos verdes son aquellos que contribuyen a reducir el impacto ambiental y promover la sostenibilidad. Esto incluye desde la implementación de energías renovables hasta la gestión eficiente del agua y la reforestación. Sin embargo, es crucial que estos trabajos sean también decentes, ofreciendo condiciones laborales justas y seguras. La informalidad en sectores como el reciclaje demuestra que no todos los empleos verdes cumplen con estos estándares. Esto subraya la importancia de políticas que aseguren derechos laborales adecuados.
Además, Ecuador está expuesto a riesgos naturales significativos debido a su geografía y clima. Los desastres naturales, como inundaciones y deslizamientos de tierra, son frecuentes y devastadores. Esto resalta la necesidad de una estrategia integral que incorpore la resiliencia climática en el diseño de empleos verdes. Las iniciativas deben enfocarse no solo en crear puestos de trabajo, sino también en preparar a la ciudadanía para enfrentar y adaptarse a los cambios extremos del clima.
Es fundamental que el gobierno ecuatoriano, junto con organismos internacionales y el sector privado, continúe impulsando políticas que fomenten la creación de empleos verdes.
La estrategia ‘Empleos Verdes’ del Ministerio del Trabajo es un paso positivo hacia esta dirección. Sin embargo, se necesita un compromiso más profundo para garantizar que estos trabajos no solo sean numerosos, sino también sostenibles y justos en el tiempo.
Ecuador tiene una oportunidad única para transitar hacia una economía verde mediante el impulso de empleos con enfoque sostenible. Esto no solo contribuirá a enfrentar los desafíos ambientales actuales, sino que también puede ser un motor para el desarrollo social y económico del país.
La clave estará en asegurar que esta transición sea inclusiva y equitativa. Y de esta forma se beneficia a todos los sectores de la sociedad mientras se protege el medio ambiente.