Al culminar la Cuarta Ronda de negociación, Europa y Ecuador alcanzaron un acuerdo comercial indispensable.
La noticia que llegó de Bruselas, no por esperada, dejó de provocar reacciones reconfortantes, especialmente para los exportadores ecuatorianos.
El Ecuador abre así las puertas de un mercado gigantesco y logrará, de manera temporal, mantener las condiciones arancelarias favorables hasta que los documentos hayan sido debidamente refrendados por la Comisión Europea y el Parlamento, lo que supondrá cerca de dos años de gestión.
Lo fundamental era soldar ese acuerdo. El Gobierno tuvo que sortear algunas opiniones internas contrarias a la tesis y con pragmatismo apostó por el acuerdo comercial. El ministro Francisco Rivadeneira, desde Bélgica, destacó la calidad de su equipo negociador y dijo que el cierre apuntala el cambio de matriz productiva que se ha propuesto el Régimen. Consideran equilibrado el acuerdo.
Largos años de diálogos, primero de forma integral con los países de la Comunidad Andina, luego en procura de un acuerdo multipartes junto con Perú y Colombia y, más tarde, tras una preocupante interrupción, las negociaciones reanudadas en enero dieron frutos.
Las autoridades esperan que se apuntale el modelo de desarrollo. Habrá que prepararse para cumplir las expectativas de inversionistas europeos y buscar el crecimiento de empresas nacionales para generar miles de puestos de trabajo. El acuerdo es una muy buena noticia.