Los clubes de fútbol de Ecuador se han propuesto atraer a los aficionados a los estadios en este 2023. Quieren que respalden a sus equipos, a los futbolistas ecuatorianos y extranjeros que contrataron.
La invitación es interesante, pero es necesario que esté acompañada de incentivos que puedan enganchar a los aficionados. Esas deberían incorporar propuestas de fidelización, visitas a las plantillas de fútbol, activar otras disciplinas, que puedan sostener un plan global.
Es necesario que exista una estrategia que se sostenga, no perecedera, que pueda mantenerse a través del tiempo, pero que origine ingresos a los alicaídos clubes deportivos.
En Ecuador no ha existido esa regularidad para sostener propuestas a largo plazo del tiempo en el fútbol. Tal vez lo que hace Liga de Quito sea la más cercano
El programa Superhincha es la única propuesta que se acerca al aficionado. Es el más cercano a lo que se quiere en estos tiempos en el fútbol de Ecuador.
Una muestra es lo qué pasó en las últimas semanas en la que asistieron 49 000 aficionados y en la que recaudaron USD 300 000, en dos partidos de local. Esa muestra puede ser un empujón para proponer una estructura que se sostenga con el tiempo.
Es cierto que los tiempos de modernidad han cambiado la forma de ver el fútbol. De eso no hay duda. Pero también es un derecho de cada ciudadano, del aficionado al fútbol, ir al estadio a observar y disfrutar de los partidos de fútbol y de su entorno.
Puedes sonar una perogrullada decir que ir al estadio es disfrutar en plenitud. No es así porque los temores de la inseguridad son latentes por las barras organizadas, que suelen ser violentas.
Por eso es necesario que exista un plan de seguridad alrededor del fútbol o de lo contrario es lejana esa propuesta de captar más aficionados.
Le corresponde a la LigaPro y a la Federación Ecuatoriana de Fútbol hacer una estructura de fidelización de aficionados y también encontrar el soporte para un fútbol sin violencia en los escenarios.
Es incomodo hacer analogías con otros países y también añorar el pasado en la que las familias iban a los estadios, pero es primordial promover los espectáculos deportivos sin violencia.
Además es necesario recurrir a horarios estratégicos, de acuerdo a la preferencia en cada ciudad, para promover el regreso de los hinchas a los estadios de fútbol. Aquí, hay que buscar acuerdos que también beneficien a las comunidades