China y su lenta apertura

Los tiempos de los cambios en la República Popular China suelen ser pausados, meditados. Aun frente a las expectativas generadas a principios del año con el advenimiento del nuevo líder, Xi Jinping, la idea es avanzar hacia el mercado pero con un gran acento estatal.

China ha incursionado con fuerza insospechada en el mercado mundial y es un jugador importante en la economía planetaria. Pero las expectativas abiertas hace 30 años con la visita del presidente de EE.UU., Richard Nixon, están lejos de cumplirse, a los ojos de Occidente.

Los mensajes tras las reuniones de los líderes chinos aún son ambiguas, según medios como The Wall Street Journal, y se admite que las fuerzas del mercado juegan un papel decisivo sin salirse del molde político: el control del Partido Comunista y la economía estatal.

Sin embargo, otras señas de cambios son decidoras. El fin de la penalización a las parejas que tengan más de un hijo y los cambios en materia de los derechos humanos y la pena de muerte pueden abrir oportunidades. No sabemos si el Canciller del Ecuador, de visita oficial esta semana en China, planteó este tipo de inquietudes, empero los anuncios han sido noticia mundial.

Otro aspecto crucial en un inmenso país con millones de campesinos pobres será abrir los derechos de los agricultores, todavía inmersos en un sistema arcaico. Con sus lentos tiempos China da pasos saludables.

Suplementos digitales