La reducción de una hora del Pico y placa en Quito abre nuevamente el debate de si la medida soluciona la congestión vehicular y garantiza la seguridad.
En ese sentido hay indicadores que no han mejorado. Uno de ellos y el más evidente es el incremento del parque automotor.
Hasta el tercer trimestre del 2022, Quito tenía un crecimiento del 8% anual. Esto es más de 18 000 autos, según la Secretaría de Movilidad.
La mayor cantidad de autos también hace que los niveles de contaminación no bajen. En su momento, la Secretaría de Ambiente reveló que el transporte genera 40% de emisiones de los gases de efecto invernadero en Quito.
La medida, por otro lado, busca que los tiempos de viaje y las velocidades de recorrido en horas pico mejoren. Pero ahora es más común ver el aumento de tráfico en el resto de horas.
La velocidad de circulación en calles y avenidas también es baja por la cantidad de autos parqueados y las obras de repavimentación.
Junto con el Pico y placa se implementaron contraflujos en sectores con alta carga vehicular. Sin embargo, las mismas autoridades han reconocido que es una medida emergente y temporal. No representa una solución definitiva para la congestión que se vive en Quito.
Ampliar el Pico y placa a lo largo del día, como lo ha mencionado el alcalde electo, Pabel Muñoz, pudiera ser viable, pero no deja de generar interrogantes: ¿Cómo se va garantiza la seguridad a la ciudadanía?
Por esta razón la actual administración se vio obligada a reducir una hora, en las noches.
¿Se ofrece un transporte público eficiente, que motive a dejar el auto en casa? Es la pregunta meollo de operadores y ciudadanos.
Hasta ahora ni el Metro de Quito ni el transporte público ni municipal dan esta confianza a los usuarios para prescindir del auto.
Esto nos lleva a pensar que los mecanismos integrales de solución para la congestión vehicular aún no están bien delineados.
Un buen plan primero debe entenderse en toda su complejidad y debe movilizar la mayor cantidad de personas y no la mayor cantidad de automóviles.
Cada ruta de transporte tiene que estar pensada de tal manera que se conecte con el resto y sea multimodal. Es decir, que el ciudadano tenga varias opciones para movilizarse seguro de norte a sur y de este a oeste durante las 24 horas del día.
Más editoriales
Los 100 días de Lula, en un Brasil polarizado
Una Cuenca -casi aislada- está de aniversario de fundación
China es el siguiente objetivo comercial de Ecuador