3680 siniestros de tránsito; 1950 fallecidos. Otros miles de heridos. Es el balance del desastre vial que provocaron accidentes en nuestro Ecuador, en el año 2018. Al parecer, en el presente año 2019 las cifras podrían bajar, pero la sangre seguirá tiñendo el asfalto en las carreteras; familias se verán privadas de personas encargadas de su subsistencia; los huérfanos se multiplicarán.
¿Cuánta es la contribución de la inmoralidad y la corrupción para semejantes sangrientos y dolorosos resultados?
El lunes 8 de noviembre del 2018, EL COMERCIO informó que la ANT denunció a una organización delictiva que copiaba ilegalmente (hackeaba) su base de datos y entregó 15.970 licencias de conducir. La información fue confirmada por el Director de esa Entidad, quien aseguró que el proceso se encuentra en el Consejo de la Judicatura.
Entregado el asunto a la Fiscalía, iniciaron la Investigación Previa, a cargo de la División de Delitos Informáticos. Añade: “El Director de la ANT, Álvaro Guzmán, revela que los permisos de conducción aún no han sido suspendidos y que se encuentra en espera de las decisiones de la Función Judicial”
¿Cuántos conductores de automotor estarán usando esos documentos falsos?
Hay abundantes normas legales que tratan de regular el tránsito. Ante todo la Constitución; luego, el Código Orgánico Integral Penal; a continuación, la Ley de Tránsito y Transporte Terrestre y el Reglamento. Es tal la maraña que, por ese solo hecho, una parte de la impunidad estaría asegurada. Los trámites contribuyen, por su parte.
“El chofer fugó”. Con la fuga tiene ganada por lo menos la mitad del éxito en los trámites de la justicia, porque los requisitos para que avance el proceso dependen en mucho de que el presunto culpable quiera contribuir a su desarrollo. Si logró fugar con el vehículo, resultan imposibles las diligencias de reconocimiento del lugar de los hechos y del automotor causante. El Fiscal tiene que contar con la colaboración de la Policía Judicial en su ramo especializado de Accidentología. No puede recibir la versión libre y voluntaria del prófugo, etc, etc. En definitiva, transcurre el tiempo y los resultados son cada vez más lejanos. En los litigantes se produce cansancio de tanto ir y venir y determina que se incline poco a poco, a una propuesta de “arreglo económico”, sea para dar fin a un delito menor; o para abandonar la acusación particular, en los delitos graves.
Es conocido que entre las diversas causas que provocan accidentes de tránsito están la embriaguez y el exceso de velocidad. Pero los ebrios continúan conduciendo y los aspirantes a la Fórmula Uno, continúan campantes. En el tiempo actual, se añade la conducción de muchos irresponsables motociclistas que siembran el caos en la circulación vehicular, causando accidentes y perjuicios.