El artefacto luminoso se lanza en un momento extremo y en el lenguaje marítimo puede significar desde una señal acordada hasta el llamado de auxilio que envían las víctimas de un naufragio o de alguna situación desesperada en alta mar. El lanzado por Rafael Correa, de que en último caso hay que apoyar a Nebot, puede tener en este lenguaje marítimo tres posibles intenciones. En primer lugar, es una llamada de angustia en medio de la debacle luego de la sentencia, en primera instancia al ex presidente y a los principales colaboradores de su régimen por el caso sobornos. Con malévola intención , aunque la lid es para el 2021 recién empieza, hizo una limpieza del escenario electoral: Nebot solo Nebot y, como parte de la Semana Mayor, le dio una bendición final a los otros. En segundo lugar, hizo un despido intempestivo a los múltiples movimientos que se los ubica en el sector de izquierda en el Ecuador, incluidos los auto presidenciables del movimiento indígena. Finalmente, una “ coincidencia” en los términos que utiliza Nebot, puede ser una boya de salvamento para que los sobrevivientes de la Revolución Ciudadana que no estén presos o exiliados por causas judiciales, puedan tener algunos escaños en la Asamblea; sin embargo, antes de cualquier decisión, el líder PSC estará obligado a resolver el revoltillo que se ha producido en el llamado salón de Olmedo.
A última hora surge otra interpretación, muy grave, relacionada con un escenario que combinaría los efectos de la pandemia con la situación económica que confirmó que el país carece de prevenciones, reservas o capacidad estratégica para afrontar extremos desafíos. Sin embargo, el Gobierno sin inmutarse continúa como lo hace un buen pastor perdido con sus ovejas. Lo demostró con las medidas del viernes en la que la principal dependía del parlamento; luego, con el mismo ritmo de bolero antiguo, propuso los ajustes de sueldos del sector público; incluidos los de la Asamblea y los de las municipales sobre los que no tiene competencia.
En base a la información estamos en la puerta de una grave tormenta : económica, fiscal, productiva y social que ha precipitado al país a una situación con nombres del infierno de Dante: Default, fin de la dolarización o nacimiento de un régimen monetario paralelo como en la Argentina de los patacones . No sería sorpresa la pérdida del estado de derecho y una seguidilla de regímenes de facto como solía suceder. Quedarán registrados como responsables, con sus protestas y gestos de pandilleros, los sectores políticos, empresariales y gremiales. Cayeron víctimas del opio de la vanidad de ser exclusivos portadores de la verdad. La pregunta no tendrá respuesta: ¿cómo se pudieron soportar dos conflictos bélicos, dos fenómenos de El Niño, un terremoto de grave intensidad en Manabí y Esmeraldas y sin embargo fuimos tan indefensos frente a una pandemia que se presentó con alertas previas?