La expresión la escuché de Luis Alberto Moreno, Presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) , en uno de los escenarios en que intervino en las jornadas que por la reunión de los Gobernadores del BID, en sus sesenta años, se dieron en Guayaquil, entre el 15 y el 18 de julio del 2019, refiriéndose al trabajo cumplido por la Directora Adjunta del Ecuador en el BID y en el BID Invest, Rosa Matilde Guerrero, para el éxito de las reuniones.
Los países que son parte del BID y del BID Invest –éste trabaja con el sector privado- designan Directores que asisten a las reuniones de los Directorios, coadyuvan en la preparación de material y realizan gestiones. También apoyan los seguimientos. Son sillas compartidas –por eso lo de adjunto-, en el caso del BID, el Ecuador es con Chile y en el BID Invest con Colombia. El BID y el BID Invest no son sólo proveedores de recursos para el desarrollo, sino que, además, apoyan que se trabajen reformas estructurales y se introduzcan correctivos en las infraestructuras institucionales y en su operatividad. Privilegiar que los impactos sociales sean positivos, así como el control ambiental, son prioridades de las dos entidades.
Fue una expresión de cortesía la de Moreno, pero con justicia para Rosa Matilde, profesional con dos maestrías, una de la UNAM de México y otra de la Universidad de Alcalá de Henares de España, y una hoja intachable de servicios, que venía ocupando las dos Direcciones desde agosto del 2018, y anteriormente trabajó trece años en el BID –recibió el 2008 el Premio Ortiz Mena, como mejor funcionaria de la institución- y que en el Ecuador también ha ejercido importantes funciones en el sector financiero público y en el privado.
Luis Alberto Moreno quiere al Ecuador, tiene comunicación con todos los sectores, por eso siempre está abierto para dar la mano en las condiciones que las normativas del BID las permitan.
El éxito de las jornadas del BID, que movilizaron a decenas de entidades en diferentes órdenes, fue también obra del Presidente Lenín Moreno, del Ministro Richard Martínez, de otras autoridades y de los sectores privados que arrimaron el hombro.
Pero, esas jornadas no fueron para que queden en el recuerdo. Debe haber seguimientos que haga eficiente lo que se trabajó. Sería bueno que se organicen los materiales en que se trabajó y una comisión vaya evaluando como se cumple.
Cuando estoy concluyendo de escribir estas líneas, conozco que Rosa Matilde Guerrero ha renunciado a las dos Direcciones, a la del BID y a la del BID Invest, y que le estarían aceptando la renuncia. No sé porque tiene que separarse. Verdad que nadie es irreemplazable. Pero, el hecho de su retiro vuelve imprescindible el seguimiento que reclamo.