Hace pocos días se informó que un grupo de científicos estadounidenses ha perforado un túnel en las profundidades de la tundra, suelo congelado de Alaska, y ha descubierto que ha empezado a derretirse y que, con el paso del tiempo “podría desencadenarse una bomba con consecuencias aterradoras para la humanidad”.
Agrega la información que los científicos sabían de ese peligro, ya que Alaska siempre ha sido un lugar hermoso y misterioso, pero que este secreto ha permanecido “enterrado” durante muchos años
Cerca a Fairbanks, la segunda ciudad más grande de Alaska, investigadores del Ejército estadounidense han obtenido “algunas revelaciones inquietantes” tras la excavación de un túnel en la década de 1960, probablemente con el objetivo de estudiar el fenómeno natural denominado permofrost, que engloba el tipo de suelo congelado que, según los científicos, cubre el 85% del Estado y está formado básicamente por substancias como grava, arena y tierra y se produce normalmente cuando el suelo permanece a temperaturas de congelación durante algún tiempo, pero también puede encontrarse bajo las profundidades de los océanos y es ahí donde, según anotan, puede causar mayor daño.
La información reitera que, a medida que esa zona se descongela, “podría desencadenarse una serie de acontecimientos catastróficos”, y constituye un llamado de atención para la comunidad científica. El doctor Merritt Turetsky, académico de la Universidad Guelp, de Ontario, EE. UU., ha manifestado que tales acontecimientos pueden ocurrir “súper rápido” o después de algún tiempo.
Así mismo, bajo el título “Algo raro ocurre en el Polo Norte y nadie sabe por qué”, la revista Nature informó que los expertos se han visto obligados a modificar el Modelo Magnético Mundial por el rápido y enigmático desplazamiento del Polo Norte hacia Siberia y alejamiento de Canadá, 55 kilómetros al año, lo que hace que esa región sea más propensa a graves errores. Armaud Chilliat, investigador del Cambio Magnético, miembro de la NOAA, anotó que se carece de una explicación rigurosa del fenómeno.
Estas preocupantes informaciones traen a la memoria que entre las diversas hipótesis sobre el arribo de los primeros seres humanos al Nuevo Continente, algunas de ellas inverosímiles, destaca aquella de que, miles de años antes de Cristo, grupos de personas procedentes de Asia habrían cruzado el Estrecho de Bering, al producirse la glaciación de Wisconsin, que, a finales del Período Pleistoceno habría cubierto de hielo y formado un puente intercontinental por el que se habrían trasladado hasta Alaska y luego diseminado hasta Tierra de Fuego, al extremo sur de lo que ahora se denomina América. Los investigadores Alex Hrdlicka, checo-estadounidense y Pablo Martínez, mexicano han realizado excavaciones y una serie de estudios adicionales, en los que, según afirman, han encontrado evidencias que afianzan esta teoría histórica.