Gritos, gritos de horror, gritos que nos hacen enmudecer; ráfagas de tiros secos, de aquellos que penetran cuerpos y almas. Después de horas de enfrentamientos en la cárcel de Turi conocemos la verdad a medias: más de una veintena de muertos, decapitados, 55 presos fugados devueltos por la “eficiencia” de las autoridades, otro tanto de heridos. Las vías siguen controladas como si ahora, a ojos vista de la policía y alertado el país, volviesen a repetir el motín.
Este nuevo episodio del reclusorio trae a cuento otro ocurrido hace más de un año en el mismo lugar. Se rompieron las cañerías, se llenó de agua uno de los patios del edificio y se organizó una piscina temporal donde chapoteaban los internos. A la gente de los alrededores se les explicó que el agua -miles de litros- no les afectaba ya que era de ETAPA y no del proyecto comunitario Nero (¡!). Así terminó este insólito episodio que demostraba el control que ejercía la población carcelaria, presos y los demás.
Las redes de corrupción son poderosas, reflejan un sistema social en descomposición y re-composición, va más allá del control puntual de estos centros ya que -al igual que los paraísos fiscales- no son asibles, no están en lugar alguno, se mueven y mutan a gran velocidad. Sus integrantes voluntarios o coaccionados no temen ni los procesos crueles de extorsión, ni la misma muerte, es parte del “deal”. El control es casi impracticable independiente de quien ejerza el poder político de una nación o de una región. Una suerte de encrucijada que parece no tener visos de solución a menos que resolvamos de una vez por todas los modos de producción, circulación y consumo de drogas a nivel mundial, pactos éticos de por medio.
Detrás de este nodo se dibujan las desigualdades sociales y el hambre por la acumulación y el consumo; la celebración de ser millonario o de conseguir dinero fácil y rápido, modelos “de éxito” que se repiten a diario en todos los medios. ¿Seremos capaces -me pregunto- de salir de este círculo vicioso promovido por el capitalismo y sus derivados?