Choupette, la gata mimada de Karl Lagerfeld

Karl Lagerfeld junto a un cuadro de su gata Choupette en la muestra 'Corsa Karl and Choupette', en Berlín. AFP

Karl Lagerfeld junto a un cuadro de su gata Choupette en la muestra 'Corsa Karl and Choupette', en Berlín. AFP

Fotografías tomadas de la cuenta de Instagram de @choupettesdiary

Con sus 50 000 seguidores en Twitter y sus 122 000 en Instagram, Choupette, la gata birmana del diseñador Karl Lagerfeld, es casi tan conocida como su amo, fallecido este 19 de febrero del 2019 a los 85 años.

El animal, protagonista de un libro, de campañas de publicidad e incluso de una colección de accesorios felinos, entró en la vida del creador en 2011.

Choupette es el centro de mi mundo. Es una especie de Greta Garbo, tiene algo inolvidable, en su manera de moverse. Me inspira por su elegancia y su actitud”, decía el modisto.

“Esta gata era de un amigo que pidió a mi sirvienta si podía ocuparse de ella durante dos semanas en que se iba de viaje. A su vuelta no recuperó a Choupette. Tuvo otro gato, que engordó, y Choupette se convirtió en el gato más conocido del mundo, pero también en el más rico”, dijo Karl Lagerfeld a Vanity Fair.

En el programa de televisión francés 'Le Divan', Lagerfeld reconoció que tenía con ella una relación muy especial. “Me hace reírme de mi mismo pero al final esto no estorba ni molesta a nadie”, dijo.

Choupette es una chica rica, tiene su propia fortuna. Si me pasa algo, la persona que se ocupe de ella no estará en la miseria”, aseguró.

Karl Lagerfeld junto a un cuadro de su gata Choupette en la muestra 'Corsa Karl and Choupette', en Berlín. AFP

El modisto explicó varias veces que no se quedó el dinero que Choupette habría ganado en sus contratos publicitarios, unos tres millones de euros, según varias fuentes.

Lagerfled, convertido en agente artístico de su gata, rechazo sin embargo que apareciera en publicidades de comida. “¡Es demasiado sofisticada para esto! Tiene algo único, es como un ser humano, pero con una cualidad, el silencio”, decía.

Lagerfled atribuyó a Choupette dos damas de compañía y un guardaespaldas. El animal comía en la mesa junto a su amo, en vajilla de plata.

Más que la ópera, a Choupette le gustaba la música sudamericana y odiaba las voces agudas, según el libro 'Choupette, la vie enchantée d'un chat fashion' (Choupette, la vida encantada de un gato fashion) , publicado en 2014.

En junio de 2015 Brigitte Bardot escribió una carta a la gata para pedirle que “ronroneara en la oreja” de su amo para que “deje de utilizar la piel en sus colecciones”.

La exactriz ya había escrito un mensaje a Choupette cuando, al cumplir 80 años, recibió un cheque de Lagerfled para la Fundación Brigitte Bardot, que lucha por la protección de los animales.

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