Estos jóvenes, oriundos de Ibarra, desarrollaron SpeakLiz Vision, una plataforma tecnológica enfocada en las personas con discapacidad visual.Foto: Diego Pallero

Estos jóvenes, oriundos de Ibarra, desarrollaron SpeakLiz Vision, una plataforma tecnológica enfocada en las personas con discapacidad visual.Foto: Diego Pallero

Una 'app' desarrollada en Ecuador se destaca a nivel mundial

Estos jóvenes, oriundos de Ibarra, desarrollaron SpeakLiz Vision, una plataforma tecnológica enfocada en las personas con discapacidad visual.Foto: Diego Pallero

Su interés por la tecnología comenzó en su niñez: aprendió solo a utilizar los juegos de la computadora. Y no conforme con eso, investigó la manera en cómo se instalaban y funcionaban estos programas.

Su curiosidad no parecía conocer límites. Quizás por ello, quienes constataron las habilidades de Carlos Obando desde temprana edad, no se sorprenden de que gracias a sus capacidades ahora sea uno de los semifinalistas de la competencia ‘Una idea para cambiar la historia’, impulsada por History Channel. Obando y su compañero Hugo Jácome compiten, en el momento, con otras iniciativas de Chile, Perú, Colombia y México.

Estos jóvenes, oriundos de Ibarra, desarrollaron SpeakLiz Vision, una plataforma tecnológica enfocada en las personas con discapacidad visual.

Se trata de una aplicación que utiliza la cámara de un teléfono inteligente y la inteligencia artificial para identificar objetos en el espacio inmediato del usuario.
Hugo Jácome, ingeniero en sonido y acústica, explica que para diseñar esta plataforma utilizaron algoritmos de inteligencia artificial que se ejecutan en los teléfonos celulares, con el fin de asistir a las personas con discapacidad.
Los especialistas emplearon los sensores del teléfono como una alternativa a los sentidos que posee el ser humano.

Para el caso de discapacidad auditiva, recurrieron al micrófono y a los sensores de movimiento para escuchar y comprender lenguaje de señas. Para suplir la falta de visión, usaron la cámara del teléfono.

Carlos Obando indica que una de las ventajas de esta aplicación móvil, frente a sus competidores, es que los modelos de inteligencia artificial están cargados en el teléfono y no requieren de una conexión a Internet para funcionar. Además, las aplicaciones son compatibles con 35 idiomas y están disponibles a escala global.

En la empresa Talov, cuyos cofundadores son Hugo Jácome y Carlos Obando, generan constantes actualizaciones que incluyen mejoras a la herramienta. Todas ellas provienen directamente del contacto permanente con personas con algún tipo de discapacidad.

Aunque esta herramienta se encuentra como semifinalista de la competencia ‘Una idea para cambiar la historia’, en Ecuador su uso es todavía escaso. Los creadores de la plataforma atribuyen el poco despliegue a que Ecuador es un país aún con poca madurez tecnológica y con una concepción errada de la inclusión a personas con discapacidad.

“Es incómodo decirlo, pero muchas organizaciones públicas y privadas aquí incluyen a personas con discapacidad por una obligación legal”, señala Obando.
El bajo número de descargas de la ‘app’ en Ecuador contrasta con otros países donde existe una concepción diferente respecto de los aportes de las personas con discapacidad. Actualmente, sus aplicaciones tienen usuarios en 84 países, pero los principales se concentran en Asia-Pacífico, Europa y América del Norte.

Jácome explica que el corazón de estas aplicaciones está en el uso de la inteligencia artificial. Comentan que un conjunto de algoritmos es el que analiza los sonidos del entorno, las voces humanas, los movimientos de la lengua de señas, las imágenes de la cámara, los planos de realidad aumentada para determinar distancias, colores, formas, entre otras posibilidades.

En la inteligencia artificial se basa la compatibilidad con 35 idiomas, la integración con medios de pago digital y también la adaptación de interfaces y experiencias de usuario para personas con discapacidades auditiva y visual.

Como señalan Obando y Jácome, SpeakLiz permite al usuario recibir en su pantalla transcripciones de las voces humanas a su alrededor. Al mismo tiempo, genera una voz a partir de un texto que el usuario quiera escribir, lo cual incluye emoticones.
La aplicación también recibe notificaciones sobre los sonidos que lo rodean y es capaz de transformar su lengua de señas nativa a voz y texto. Con ello, se convierte en una ayuda integral para los usuarios en entornos fuera de casa.