Con el balotaje presidencial del 13 de abril a la vuelta de la esquina, Luisa González y Daniel Noboa enfrentan las últimas horas permitidas para hacer campaña. Durante esta semana final, ambos candidatos desplegaron actividades presenciales, caravanas, encuentros con gremios y cierres artísticos en diferentes ciudades del país.
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Los recorridos muestran dónde concentran sus esfuerzos y a qué públicos intentan persuadir. También ha sido una etapa de mayor confrontación entre campañas y una creciente polarización del electorado.
El cierre oficial de la campaña es el jueves 10 de abril. Desde las 23:59 del jueves, hasta las 17:00 del domingo 13 de abril, rige el silencio electoral. Durante ese periodo, no se pueden hacer actos proselitistas ni incitar al voto.
El objetivo de esta etapa es permitir que la ciudadanía reflexione su decisión sin presión política ni publicidad electoral.
Recorridos clave en la recta final antes de las elecciones por la segunda vuelta
El lunes 7 de abril, Daniel Noboa realizó actividades en Santo Domingo de los Tsáchilas. Se reunió con transportistas y estudiantes, y ofreció mensajes enfocados en obras públicas y seguridad vial. El martes, su campaña se trasladó al sur del país, con eventos en Loja y Cuenca. En ambas ciudades encabezó caravanas y espectáculos musicales junto a simpatizantes.
Luisa González, por su parte, comenzó la semana con actividades en Guayaquil. Mantuvo un conversatorio con organizaciones de mujeres y una caminata por sectores del Suburbio.
En Cuenca, el martes por la tarde, se reunió con sindicatos de transportistas y expuso propuestas relacionadas con exoneraciones y financiamiento. También tenía previsto un evento masivo en la Plaza Cívica 9 de Octubre.
Mensajes sostenidos y tono de los discursos de Daniel Noboa y Luisa González
Noboa enfocó sus intervenciones en destacar obras ejecutadas y promesas cumplidas. Habló sobre infraestructura en Santo Domingo y sobre seguridad en las vías del país. En sus discursos también apeló a la movilización del voto indeciso. Durante los eventos, hizo llamados a “convencer a los amigos y vecinos” y a “luchar hasta el último minuto”.
Luisa González insistió en la necesidad de justicia social, derechos laborales y fortalecimiento de servicios públicos. En su agenda se mantuvo el mensaje de que el país necesita un equipo técnico sin banderas políticas.
También cuestionó la incursión en la embajada de México y el rol del Gobierno en política exterior. En Cuenca, propuso incentivos económicos para el sector transportista y defendió el rol de las mujeres en la justicia.
El cierre en Quito y los eventos programados en Guayaquil
Este miércoles 9 de abril, ambos candidatos tenían actividades previstas en Quito. Daniel Noboa agendó dos eventos: uno a las 14:00 con el lema “Ecuador adelante con más trabajo” y un cierre artístico denominado “Pa’lante Fest” en el Coliseo Rumiñahui.
Luisa González organizó un evento de cierre de campaña en la calle Moromoro, a las 16:00, con artistas populares y militantes de RETO 33 y RC5. La planificación de ambos reflejó el interés por cerrar la campaña en una de las ciudades con mayor número de votantes.
Estas concentraciones también buscan generar impacto mediático y posicionamiento visual. Cada candidato eligió distintos sectores y formatos para presentarse en la capital. Estas decisiones muestran el tipo de electorado que intentan movilizar antes del silencio electoral. En ambos casos, se priorizó lo territorial y lo simbólico en las últimas horas de actividad proselitista.
El jueves 10 de abril se realizarán los actos finales de campaña en Guayaquil. Daniel Noboa tiene previsto un evento en el Coliseo Voltaire Paladines Polo a las 15:00. Luisa González, por su parte, concluirá su agenda en la avenida 9 de Octubre. Ambos eligieron cerrar en la ciudad con mayor número de electores del país.
Polarización, encuadres y el rol del silencio electoral
El analista político, Rafael Silva, explicó que ambas campañas han replicado fórmulas tradicionales, como cierres con tarimas y pantallas. Resaltó que el objetivo es proyectar una imagen de victoria inminente.
También mencionó que desde una de las campañas se intensificaron contenidos negativos mediante inteligencia artificial. Estas acciones elevaron el tono agresivo en la contienda.
Andrés Obando, especialista en comunicación política, señaló que el caso Villavicencio volvió al debate con fuerza en esta última semana. Dijo que la aparición de Verónica Sarauz reforzó el encuadre que desvincula a la Revolución Ciudadana de ese crimen.
Afirmó que esto podría influir en el voto indeciso. También advirtió sobre el uso de cadenas nacionales y la participación de figuras extranjeras en los eventos finales.
Tres ciudades, un patrón común
Ambas campañas eligieron Cuenca, Quito y Guayaquil como escenarios principales para sus cierres. En esas ciudades concentraron actos presenciales, recorridos y eventos masivos.
Los dos comandos interpretaron que allí se juega una parte importante del voto aún no consolidado. La coincidencia de lugares refleja la lectura compartida sobre el mapa electoral.
Estas decisiones muestran una estrategia enfocada en centros urbanos con alta densidad de votantes. También indican un esfuerzo por marcar presencia en territorios políticamente diversos. En Cuenca, por ejemplo, los eventos de ambos candidatos se realizaron con pocas horas de diferencia.
Estrategias finales y señales al electorado
Durante esta última semana, el oficialismo intensificó el uso de cadenas nacionales. Rafael Silva explicó que estas cadenas funcionan como mensajes indirectos a favor de Noboa.
Por otro lado, la campaña de Luisa González buscó amplificar el caso Villavicencio como una estrategia de contraste. Andrés Obando consideró que este enfoque puede atraer a votantes indecisos.
El especialista también señaló que la campaña tocó un punto bajo al incluir ataques contra familiares de ambos candidatos. La polarización llegó incluso a lo local, con disputas entre autoridades del Gobierno y de la Revolución Ciudadana. Pablo Rosales señaló que los recientes conflictos municipales reflejan la disputa nacional. Cada bando busca capitalizar esos enfrentamientos como parte de su narrativa final.