La Misión de Observación Electoral (MOE) de la Organización de los Estados Americanos (OEA) y la Misión de la Unión Europea (UE) presentaron sus informes preliminares sobre la segunda vuelta presidencial en Ecuador, celebrada entre el 9 de febrero y el 13 de abril de 2025.
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Según detalla el documento oficial, la Misión descartó cualquier indicio de fraude que comprometiera los resultados.
Sin embargo, expresó preocupación por las condiciones de inequidad durante la campaña, “marcadas por el uso de recursos públicos y la falta de separación entre funciones estatales y actividades proselitistas”.
El informe, basado en la observación de 65 expertos desplegados en 14 provincias y tres ciudades en el exterior, verificó la consistencia de las actas electorales procesadas por el Consejo Nacional Electoral (CNE).
“La Misión no tuvo conocimiento de documentación alguna que sustente las denuncias de irregularidades generalizadas”, señala el documento, en respuesta a acusaciones de “fraude estructural” por parte de sectores del correísmo, liderados por Luisa González.
La OEA destacó que los resultados del CNE coincidieron con su conteo rápido, y la jornada electoral transcurrió de manera pacífica, con alta participación ciudadana.
Observadores internacionales se mostraron preocupados por irregularidades
Pese a la transparencia del proceso, la MOE identificó “serias irregularidades en la campaña“. Esta información guarda relación con que el presidente y candidato Daniel Noboa, se negó a tomar licencia completa; en medio de, “combinó actos oficiales con proselitismo”, una práctica que el informe califica como “uso indebido de recursos públicos y del aparato estatal con fines proselitistas”.
Esta decisión, declarada inconstitucional, generó un ambiente de inequidad frente a González, según el informe.
“Además, la falta de regulación clara por parte del CNE y el Tribunal Contencioso Electoral (TCE) exacerbó la percepción de desigualdad”, comenta.
“La ambigüedad normativa respecto del uso de recursos públicos generó tensiones que afectaron la confianza ciudadana”, advierte el documento.
La MOE también señaló la polarización y la desinformación como factores que alimentaron la intranquilidad, junto con la débil fiscalización del gasto en redes sociales.
OEA recomendó fortalecer la normativa sobre usos estatales
Entre sus recomendaciones, la OEA insta a fortalecer la normativa sobre el uso de recursos estatales y a combatir la desinformación para garantizar comicios más equitativos.
“Aunque el proceso electoral fue sólido, las inequidades observadas subrayan la necesidad de reformas para consolidar la confianza en la democracia ecuatoriana”, enfatiza el documento.
Sobre la jornada electoral, el jefe de la Misión Electoral de la OEA en Ecuador, Heraldo Muñoz, comentó:
“Su espíritu democrático quedó demostrado en cada mesa, en cada urna, y en cada voto depositado, expresión de la soberanía popular. Nuestras felicitaciones por su civismo y compromiso con la democracia”.
Observadores de la Unión Europea aseguraron que elecciones se realizaron con “absoluta normalidad”
En la misma línea coincidió este martes 15 de abril la misión de observación electoral de la UE, cuyo jefe, el eurodiputado español Gabriel Mato, descartó de manera tajante la posibilidad de que haya existido un fraude.
“Todo ha discurrido con absoluta normalidad y no hay ningún elemento que pueda avalar ese relato de fraude en estas elecciones“, señaló Mato.
El jefe de la delegación de observadores del Parlamento Europeo, el eurodiputado español Ignacio Sánchez Amor, advirtió que las denuncias infundadas de fraude “hacen un daño enorme a la institucionalidad”.
“Dejen de utilizar el fraude como un elemento normalizado de la campaña electoral. No hemos observado fraude porque tampoco se han llevado las denuncias a los procedimientos establecidos”, comentó Sánchez Amor, quien lamentó que algunas de las argumentaciones presentadas para justificar el supuesto fraude “dejan mucho que desear”.
La jornada electoral del pasado domingo transcurrió con normalidad y tuvo una participación del 83,76 % de los más de 13,7 millones de ecuatorianos convocados a las urnas, quienes votaron bajo fuertes medidas de seguridad debido al estado de “conflicto armado interno” declarado desde inicios de 2024 por el presidente para combatir al crimen organizado.