La acusación de fraude electoral lanzada por la candidata Luisa González, tras la segunda vuelta del 13 de abril de 2025, no generó consecuencias jurídicas ni políticas concretas. La Revolución Ciudadana, organización que la respaldó, no presentó recursos formales para impugnar los resultados ni inició los procedimientos establecidos en el Código de la Democracia.
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Además, diversos líderes del mismo movimiento han reconocido la victoria de Daniel Noboa, al igual que gobiernos extranjeros y organismos de observación internacional. Aquiles Alvarez, Pabel Muñoz, Marcela Aguiñaga, entre otros, reconocieron la victoria de Daniel Noboa. Esta combinación de factores ha debilitado la narrativa del fraude y ha evidenciado divisiones dentro del correísmo.
La acusación sin pruebas ni respaldo jurídico
La denuncia de presunto fraude electoral planteada por la candidata Luisa González no ha tenido un impacto efectivo en el proceso poselectoral. Hasta el momento, no se presentó ninguna solicitud formal ni se inició el procedimiento legal que permitiría abrir actas o urnas.
Según la ley electoral ecuatoriana, cualquier impugnación debe sustentarse con pruebas específicas y seguir los pasos que establece el Código de la Democracia.
Maximiliano Donoso-Muller, analista político, señala que la falta de evidencias formales resta validez al reclamo. También sostiene que la presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE) indicó que no se ha recibido ninguna prueba, lo que deja sin base jurídica la acusación de González. Esto ha hecho que la estrategia pierda fuerza y se diluya en el escenario político.
El reconocimiento desde el correísmo debilita la narrativa
Varios líderes y autoridades electas por la Revolución Ciudadana reconocieron el triunfo de Daniel Noboa. Entre ellos están el alcalde de Quito, Pabel Muñoz; y los prefectos de Pichincha, de Guayas, de Manabí y otros dirigentes de esa tienda política.
Este reconocimiento, según Rafael Silva, analista político, representa un respaldo institucional que desarma la denuncia de fraude.
Silva explica que incluso mandatarios internacionales, como Gabriel Boric de Chile y Luiz Inácio Lula da Silva de Brasil, han saludado la elección de Noboa, a pesar de sus diferencias ideológicas.
Ese respaldo externo otorga legitimidad al proceso. Por eso, sostiene que la acusación se percibe más como una expresión de descontento ante un resultado adverso, sin un sustento real.
Consecuencias políticas al interior de la Revolución Ciudadana
La falta de una postura unificada dentro del movimiento correísta refleja divisiones internas frente al resultado electoral.
Silva señala que quienes han reconocido la derrota buscan proteger su capital político y enfocarse en sus gestiones locales, evitando involucrarse en una narrativa que no se sostiene con hechos. A su criterio, insistir en el fraude sin pruebas debilita a González y afecta la imagen del movimiento.
Donoso-Muller considera que esta situación evidencia que no existe un respaldo real a la postura de la candidata.
También cree que continuar con esa línea argumentativa, sin acciones concretas, solo genera desgaste político. Ante una diferencia de casi once puntos entre ambos candidatos, cualquier intento por revertir los resultados carece de viabilidad, incluso con la apertura de actas.
Desgaste de la narrativa y escenarios futuros
El discurso del fraude no ha sido acompañado por una estrategia jurídica clara ni por movilización institucional desde el movimiento. Donoso-Muller plantea que esta reacción puede interpretarse como una respuesta emocional, similar a otras ocasiones en las que la candidata ha hecho afirmaciones que luego no sustenta.
Por eso, considera que lo más estratégico sería reconocer los resultados y continuar con la labor política desde otras instancias.
Silva, por su parte, cree que el debilitamiento de la narrativa podría abrir la posibilidad de una reconfiguración interna en la Revolución Ciudadana.
En su análisis, la coyuntura actual debería ser una oportunidad para que nuevos liderazgos se afiancen y el movimiento se distancie del caudillismo. Sin embargo, aclara que este proceso aún está en una etapa incipiente y que los próximos meses serán clave para definir su rumbo.