Los años para el ciclista español Óscar Sevilla no son un impedimento, sino una motivación para demostrar su capacidad y que se mantiene vigente en el deporte. A sus 48 años, el líder de equipo del Team Medellín se hizo con la primera etapa de la Vuelta a Ecuador y venció con lo justo.
Sabe las responsabilidades que lleva con tal rol en la escuadra y, más allá de lo que él pueda hacer, intenta ver por los suyos y que la potenciación sea ambivalente. Aunque no se considera favorito y es consciente de las habilidades y calidad de sus rivales, la confianza en lo que él puede hacer está.
Más noticias:
Antes de iniciar la etapa que abarcaría 147, 59 kilómetros, este arengaba a su equipo con las miradas sobre sí. En un círculo y a un costado de la línea de largada, sus compañeros lo escuchaban atentamente y luego este revelaba a EL COMERCIO que veía a la carrera como un desafío.
Instantes después de aquella escena en Calacalí (Pichincha), Sevilla cruzaba la meta en La Concordia (Santo Domingo) tras cronometrar 3 horas, 17 minutos y 36 segundos. La victoria fue apretada, pero al final, por escasos segundos, consiguió imponerse.
Óscar Sevilla y su triunfazo en la Vuelta a Ecuador
Ni siquiera las adversidades durante el camino frenaron al colombo español para encaminar su remontada de cara al triunfo. En el kilómetro 40, próximo al único puerto de montaña de la primera fase, un grupo de 10 ciclistas se vio involucrado en un incidente.
Una caída frenó a aquel lote del pelotón y forzó el retiro de dos de los participantes. Dentro de aquellos afectados se encontraba Aldemar Reyes, compañero de Sevilla, quien consiguió recuperarse y volver a encarrilarse en el evento.
A raíz de ello, Sevilla bajó su ritmo y no abandonó a su compañero para que este se reincorpore. Tras aquel momento y al lograr mantenerse en el primer pelotón, este se metió en la fuga final que le dio el triunfo.
Junto a Brayan Obando, Sevilla se paró en su bicicleta para ganar la pulsada en el último momento. Escasos centímetros y cuatro décimas de segundo separaron a los dos ciclistas y le dieron el triunfo al español, que se colocó el jersey rojo de la etapa y el amarillo como líder de la Vuelta.
La motivación y el triunfo de Óscar Sevilla
“Aún mantengo la ilusión que tenía cuando empezaba y tengo la disciplina y el sacrificio de entrenarme y cuidarme (…) Me siento válido en el ciclismo. Corro por eso, porque me gusta, por pasión, pero sobre todo porque me siento de esa manera. Si no fuera así… que no aporto en nada, que fuera un cero a la izquierda, no estaría corriendo, sino dirigiendo como manager, en otra función”, señaló Sevilla a EL COMERCIO.
A las ganas, el ímpetu y el gozo se le suma su convencimiento de que puede guiar a los más jóvenes deportistas en distintos contextos y proveerles resiliencia. Aquello no aplica solo a nivel grupal y en la convivencia del día a día, sino a nivel táctico, aunque cree que el aprendizaje es permanente.
El motor de su familia en Bogotá, a lo lejos, también se vuelve fundamental y allí es cuando recuerda el sacrificio que su esposa y sus hijas han hecho por él al acompañarlo a lo largo de su carrera. De igual forma, el saber que ha superado malestares en su peor año a nivel de lesiones le impulsan a ‘un poquito más’.