El entrenador René Fajardo observa su cronómetro en uno de los entrenamientos. Foto: Cortesía Ñucanchik Pura
El equipo Ñucanchik Pura Sporting Club juega en la Segunda Categoría del cantón Guaranda, en Bolívar. Entre sus filas está un guardameta oriundo de Otavalo y cinco futbolistas de las comunidades del noroccidente de Bolívar. El plantel se complementa con jugadores mestizos y afroecuatorianos, oriundos de Esmeraldas y de Guayas.
El equipo indígena, fundado el 1 de febrero del 2014, lleva el nombre de la Liga Ñucanchik Pura, que en español significa: Entre Nosotros. El logotipo es un indígena que luce camiseta y medias rojas, pantaloneta azul y en su cabeza un sombrero negro de ala corta. Lo complementa una Wuipala, bandera indígena con los siete colores del arco iris y otra bandera de colores blanco y azul.
Según Juan C. Yumbay, presidente del Club, la meta es unir a los indígenas de Bolívar y tener en los próximos años un equipo en la Serie B: “Es un sueño de los guarandeños y de los pueblos que viven en esta tierra. Hemos iniciado por tercera vez el sueño del ascenso”.
Entre los jugadores que iniciaron el proceso para subir a
la Serie B están Miguel Guanbuguete, Miguel Llumiguano, Bryan Tari y Darío Hagua. Los jóvenes pertenecen a las comunidades de Cachipamba, Vinchoa, Paltabamba y Casipamba, en el noroccidente del cantón. Los habitantes de estos sectores se dedican a la crianza de animales menores, a la agricultura y ganadería.
“Son compañeros que gustan del fútbol y tienen condiciones técnicas para lograr el ascenso. En un futuro queremos crear escuelas de fútbol para que haya jugadores de nuestro pueblo”, dice Yumbay.
Otro de los refuerzos del Ñucanchik Pura es el golero indígena Raymi Calapi. El experimentado guardameta defendió las camisetas de Deportivo Otavalo, Pilahuín Tío, Mushuc Runa y de la Selección Ecuatoriana Indígena. “Tenemos un grupo de amigos y dirigentes que buscan un sueño. Estamos entrenándonos duro para clasificarnos a la siguiente fase y obtener el único cupo para el zonal”, afirma Calapi.
Los dirigentes indígenas presupuestaron para la primera
fase USD 20 000. El monto aumentará si siguen clasificándose en el zonal. Los auspiciantes de Ñucanchik Pura son la Cooperativa de Ahorro y Crédito Mushuc Runa, Asociaciones de Comerciantes de los mercados 10 de Noviembre y Mayorista y empresas locales. “Intentamos que el aficionado vaya al estadio. El fútbol es un motor económico que beneficia a todos en un fin de semana, por eso nos apoyan los comerciantes”, indica Yumbay.
Para lograr un cupo al zonal de ascenso a la Serie B, Ñucanchik Pura deberá vencer a Unibolívar, 1º de Mayo y Deportivo Echeandía. El campeonato provincial se juega en la modalidad de todos contra todos, termina el 17 de julio. Ñucanchik Pura juega de
local en el estadio Centenario, de la Federación Deportiva de Bolívar, en Guaranda.
Según Xavier Yunda, presidente de la Asociación de Fútbol Profesional de Bolívar, el estadio fue ocupado por el equipo del Mushuc Runa, de Ambato. El ‘Ponchito’ disputó allí algunos partidos de local ante El Nacional, Liga de Loja y River Plate de Ecuador. El estadio tiene capacidad para 5 000 aficionados.
Mientras que los entrenamientos lo realiza en el estadio de la parroquia Guanujo y de la Unidad Educativa 10 de Noviembre. Las prácticas físicas, tácticas y técnicas se realizan a doble jornada bajo el mando del entrenador René Fajardo. El estratega dispuso el horario, porque los partidos oficiales se realizan entre miércoles y sábados. “Hemos hecho un partido amistoso con Mushuc Runa, donde perdimos por 2-1. El resultado fue adverso pero nos fue bien por la calidad técnica que mostraron los chicos y quedamos satisfechos con el rendimiento de los jugadores”, aseguró Fajardo.
Entre los jugadores experimentados que están reforzando el plantel indígena son Washington Ayoví, David Ortiz y Eder Solórzano. En las dos participaciones anteriores, el equipo blanco azul obtuvo el vicecampeonato provincial. Para el asistente técnico Gari Galarza, los resultados obtenidos en los años anteriores son un reto para clasificarse al cuadrangular final. Galarza explica que el Ñucanchik Pura está formado con jóvenes que tienen gran proyección.