El universo de motociclistas en las ciudades suele ser considerablemente más grande de lo que las personas imaginan, a partir de la cantidad de motos que diariamente se ve en circulación por las calles. Sucede que hay una gran cantidad de personas que no utilizan la moto como un medio de transporte cotidiano, sino como un vehículo de recreación y, por tanto, de uso limitado.
Las noches de ciertos días laborables (generalmente miércoles o jueves) o los fines de semana son los momentos preferidos por los motociclistas aficionados para salir, juntarse con otras personas que comparten la misma afición y rodar por las urbes y sus alrededores, como una forma de entretenerse al sentir la emoción sobre dos ruedas.
Y el verano es la época del año que más se presta para ello. No es raro ver a numerosos grupos de motociclistas reunidos en diferentes puntos de la ciudad, antes de emprender sus ya tradicionales ‘rodadas’ nocturnas, de sábado o de domingo.
El motociclismo es, sin duda, una de las actividades de motor más placenteras para quienes lo practican, pero también implica una mayor responsabilidad respecto de la propia seguridad y de la de los demás usuarios de las vías.