Moisés Caicedo se llevó a sus progenitores a Inglaterra. Su padre, Segundo Caicedo, y su madre, Carmen Corozo, lo acompañan desde esta semana en Brighton, una ciudad costera británica, que lleva el mismo nombre del club en el que juega el seleccionado.
Hace un mes, cuando ‘Moi’ vino a pasar sus vacaciones en el país, les prometió que los llevaría al Reino Unido y les cumplió. El martes, sus progenitores llegaron a Brighton para conocer la ciudad y, sobre todo, para acompañarlo. Lo cuentan sus familiares y personas cercanas. Para ‘Moi’ sus padres son fundamentales en su carrera profesional. A ellos les dedica sus victorias en las canchas de fútbol.
Por ello, el mediocampista de 20 años también compró una casa para su madre, en Santo Domingo de los Tsáchilas. En la vivienda funciona un restaurante, financiado por el seleccionado. En el lugar trabajan sus hermanas. ‘Moi’ es el menor de 10 hermanos e intenta apoyar a todos desde el Reino Unido. “Moisesiño’ aprovechó los consejos y su carrera y reconoce a quienes lo apoyaron en sus inicios”, dice su hermano Marco, quien también fue futbolista.
El volante, que es pretendido por clubes como el Manchester United, siempre está pendiente de las necesidades de sus personas cercanas. Desde Inglaterra se comunica a través de un chat familiar. Con su madre suele mantener videollamadas. Sin embargo, ahora la tiene cerca en su departamento en Brighton. Es a la mujer a la que siempre escucha, le pide la bendición y la mantiene presente en sus pensamientos.
El tricolor tampoco se ha olvidado de sus exentrenadores y de los jóvenes de escasos recursos de su natal Santo Domingo de los Tsáchilas.
Agasajos y balones
Caicedo quiere ver triunfar y alejados de los vicios, a los niños y jóvenes de su provincia. Por ello, provee de indumentaria e implementos deportivos a escuelas de fútbol de la localidad, donde ensayan para ser jugadores. La escuela Moisés Caicedo IG10 es una de las que más ayudas obtiene del volante. Esa institución es dirigida por Iván Guerra, el entrenador que inició al jugador en el fútbol a los 5 años.
El seleccionado realiza habitualmente transferencias bancarias para cubrir las necesidades de la escuela. Con estos recursos, Guerra cuenta que compró balones. El seleccionado aprobó que la escuela lleve su nombre, para que los jóvenes se interesen en el fútbol. “Es un muchacho que no ha perdido la humildad. Cuando vino acá, hace más de un mes, también les dio charlas a los jugadores de la escuela”, cuenta Guerra.
El mediocampista también envió dinero para un agasajo para los niños y jóvenes, en la última Navidad. Guerra quiere invitarlo para el agasajo de este año. Sin embargo, admite que durante el mes de diciembre el jugador estará enfocado en el Mundial y en su club.
El entrenador y los familiares del futbolista expresan que el jugador prefiere mantener en reserva la ayuda que brinda en su provincia. Sin embargo, están agradecidos con él.
Inglés y apoyo
Moisés Caicedo se dedica al inglés, al menos tres días a la semana. Eso le ha ayudado a entender mejor a sus compañeros y al entrenador Graham Potter. “Cuando vino a Santo Domingo, Moisés me contó que tuvo problemas para comunicarse por el idioma, pero con el estudio ha mejorado”, revela Guerra.
Para cumplir las tareas, ‘Moi’ pidió ayuda a Jeremy Sarmiento, el también seleccionado y quien se crió en Europa. El media punta del Brighton ha sido uno de sus soportes. Le ha ayudado a traducir mensajes en las concentraciones y en los viajes.