Mayra Hoyos y Neisi Dajomes en el Mundial de Turkmenistán. Foto: Patricio Terán / El Comercio
Mayra es su amiga. También su entrenadora y guía. Ella hizo que Neisi Dajomes se enamorara del levantamiento de pesas en Pastaza.
Mayra Hoyos Vélez, de 35 años, fue una de las pioneras del levantamiento de pesas en el país. “Tenía 14 años cuando se realizó el primer campeonato nacional para mujeres. Participamos muy pocas chicas de Pastaza, Esmeraldas, Manabí y Zamora”, detalla la entrenadora, oriunda de Shell.
Como deportista se entrenó cuatro años. Tras su graduación de bachiller estudió en la Universidad Técnica de Ambato y luego ingresó a trabajar en la Federación Deportiva de Pastaza como monitora, por pedido de quien fue su entrenador, Gustavo Llerena. Se le asignó entonces reclutar niñas para la escuela de pesas.
“Fue muy difícil, porque había pocas niñas que mostraban interés. Había el prejuicio de que quien practicaba levantamiento de pesas se quedaría pequeña o que su cuerpo iba a adquirir rasgos masculinos”.
Neisi, de 10 años, llegó al gimnasio acompañando a su hermano Xavier. “Se entrenó dos días y no regresó por esos comentarios machistas”.
Hoyos, que trabajaba con Walter Llerena (exmedallista mundial), tuvo que ir a su casa a convencerla. Fue en dos ocasiones, al final volvió a entrenarse. “La verdad, mi objetivo era contar con más niñas en mi equipo. No sabía que años después se convertiría en la gran deportista que es”.
Y reveló el secreto de cómo la convenció. “Le dije que si se entrenaba con nosotros por dos semanas, luego iríamos a Manabí porque había un torneo nacional. Ella aceptó porque quería ir a conocer el mar”.
El premio para Neisi fue conocer el mar y bañarse en él. Para los entrenadores fue descubrir su talento y condiciones. Hace 10 años no se contaba con otros elementos técnicos y científicos para seleccionar talentos. “Toda evaluación la hacíamos de manera visual”.
Ese ojo no les falló. Neisi desarrolló, años más tarde, el prototipo del levantador de pesas: estatura mediana y contextura gruesa.
En estos 10 años de carrera deportiva, Neisi ha coleccionado todos los títulos nacionales e internacionales en los que ha estado presente. Suma 20 medallas mundiales en las categorías Júnior, Juvenil y Absoluto. Por eso, cuando a Mayra se le requiere que encuentre una palabra para definir a su deportista escoge: “responsable”. ¿Por qué? La entrenadora cuenta que “Neisi cumple con todo lo que se le exige. Por su responsabilidad ha logrado lo que se ha propuesto”.
Pero a la Neisi adolescente la califica con un ser que derrocha alegría. “No deja de sonreír. Es bromista, inquieta. Siempre busca hacer algo”.
La entrenadora que ha visto crecer a la campeona mundial admira su desparpajo en el momento de subir a la plataforma de levantamientos en un torneo sudamericano, panamericano o mundial.
Mayra, como entrenadora, se coloca a un costado, “con el corazón queriendo salir del pecho, pero también con confianza por el trabajo que hemos realizado. Su nivel de concentración es óptimo”.
Los títulos y medallas de Neisi han generado que haya más chicas en la práctica de la halterofilia en Pastaza. “Ha influido también el hecho que ella permanezca en Shell y no se haya ido a otra provincia”.
Según Luis Flores, de la Federación Deportiva de Pastaza, en esta provincia se entrenan 80 pesistas y de ellos, el 40% son damas, que tienen a Neisi como ejemplo.
En el pecho de Mayra no lucen las medallas que le entregan a Neisi, pero ella las siente suyas propias. “Nosotros somos el resultado de nuestros deportistas”.