Doce años debieron pasar para que Honda renovara uno de sus modelos más importantes y destacados, la VFR 800F. Cuando parecía que la mítica moto se había estancado de forma definitiva, llegó la sexta generación con una estética más deportiva y tecnología muy avanzada.
Uno de sus cambios más importantes fue la pérdida de peso, un total de 10 kg, sumado a una mejora sustancial de su motor de 782 cm³ V4 VTEC, con 16 válvulas, DOHC y refrigeración líquida. Es capaz de generar una potencia máxima de 106 HP a 10 250 rpm.
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Para aprovechar toda esta fuerza, la firma modificó la caja de cambios para que sea semiautomática.
De esta forma, la VFR 800F resalta por su versatilidad, facilidad al conducir y fortaleza en todo momento. No obstante, mantiene sus rasgos ‘ninja’ que la caracterizan, principalmente con el paquete óptico de tecnología LED. También incorpora retrovisores con intermitentes integrados y plegables.
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En cuanto a su chasís, se mantiene la estructura clásica en aluminio, pero se incorporan elementos con diseños totalmente nuevos como la horquilla, el basculante o el amortiguador.
Honda también mejoró notablemente la ergonomía en la mayoría de elementos en este modelo, entre ellos el asiento (ahora regulable en altura) y el manillar (más cercano al conductor).
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Para controlar toda la potencia y velocidad que produce la VFR 800F se la equipó con frenos ABS y control de tracción desconectable (TCS). El consumo de combustible está garantizado en 17,8 km por litro según la marca, mientras que su depósito de gasolina puede almacenar 21,5 litros que, en teoría, ofrecería una autonomía de 350 km en total. Sin duda alguna, la espera para ver esta evolución completa y generosa valió la pena.
Fuente: motos.coches.net