Carlos Quinteros es un delantero rápido, punzante y con buena definición. Su desempeño se centra más en buscar el arco contrario que en frenar a sus rivales.
Sin embargo, el sábado por la noche, durante el partido que su equipo disputó contra el Independiente del Valle en el estadio de la Liga Cantonal de Rumiñahui, perdió la cabeza y agredió sin motivo ni razón a Henry León, con quien disputó una pelota intrascendente. Y apenas a los 10 minutos de iniciado el cotejo.
¿La consecuencia? Su expulsión, que dejó al Macará con un hombre menos y cambió radicalmente el trámite del partido que, hasta ese momento, era dominado por el Ãdolo de Ambato.
Independiente, el dueño de casa, no desaprovechó la coyuntura y la revertió en su favor. Y empezó a dominar el encuentro de manera cada vez más persistente, hasta conseguir el gol a los 24 minutos. Fue un penal que Pedro Esterilla cometió a Daniel Samaniego en el área ambateña, que el mismo ‘Chupete’ cobró con suficiencia y lo transformó en la anotación que, al final, dio la victoria al representante de SangolquÃ.
El trámite del partido siguió en el mismo derrotero hasta los 36 minutos, cuando una exageración en la cobertura del defensa del Independiente Édgar Balbuena sobre Johnny Baldeón significó su expulsión por parte del juez central Samuel Haro. La noche del sábado este árbitro no se guardó las tarjetas rojas y echó a un tercer jugador más: al defensa macareño Luis Carlos, cuando el partido ya expiraba.
La expulsión de Balbuena puso a los dos contendientes en igualdad de condiciones y, además, equiparó y hasta mejoró el trámite del partido, que se transformó en una lucha frontal y decidida por alcanzar el arco contrario.
Fue una batalla en la que no se prestó mucha atención al orden y a la estrategia sino a los pases largos y profundos que buscaban aprovechar la velocidad y el empuje de delanteros como Vinicio Angulo, por el local, y Marco Tenorio, por la parte ambateña.
Este delantero ingresó en el segundo tiempo y se dedicó a mortificar a los defensas sangolquileños. Angulo, en cambio, demostró que cuando sume la efectividad a su velocidad y gambeta, se convertirá en un delantero temible.
Este peligro llegó de forma constante hacia los dos arcos y permitió, asimismo, que los dos arqueros demuestren sus cualidades y se conviertan en otras figuras en el estadio de SangolquÃ.
Tanto Librado Azcona (Independiente) como el mundialista Christian Mora (Macará) se mostraron muy sólidos y concentrados. Ambos ahogaron varios gritos de gol de los aficionados: unos 1 500 del lado local y un puñado de fanáticos celestes que vino en dos buses, para alentar al Ãdolo de Tungurahua.
Al final, el sufrido triunfo por la mÃnima diferencia permite a los dirigidos por el entrenador Carlos Sevilla seguir en la parte alta de la tabla. Macará, en cambio, sigue entre los de abajo.