La confirmación del regreso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos genera inquietudes sobre cómo podría afectar el desarrollo del Mundial de Fútbol 2026, que se celebrará en Estados Unidos, México y Canadá.
Si bien el evento deportivo está en marcha y no se prevé que cambie de sede, su reelección genera interrogantes, especialmente por su conocida postura sobre la política migratoria y ciertas tensiones que surgieron durante su primer mandato con la FIFA.
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Uno de los aspectos que más preocupa a los seguidores del deporte es la postura de Trump con respecto a medidas estrictas para controlar la frontera y limitar la inmigración ilegal.
Estas medidas chocan con los valores de inclusión y apertura promovidos por la FIFA, que, en teoría, estaría en desacuerdo con un enfoque que dificulte el acceso de los fanáticos internacionales y jugadores a Estados Unidos para el Mundial de fútbol.
De hecho, la FIFA tiene una postura clara en favor de la libre circulación de personas, algo fundamental para la organización de eventos como el Mundial, donde miles de personas se movilizan.
Donald Trump y la FIFA
Donald Trump tiene una relación compleja con el fútbol. Según reseña Diario As, en su juventud fue parte de un equipo de fútbol (soccer para los estadounidenses) en la Academia Militar en la que estudió y años más tarde incluso intentó comprar el Atlético Nacional de Colombia.
Si bien el Presidente estadounidense ha mostrado un perfil bajo en su apoyo al fútbol, la relación con el deporte ha sido constante en su vida.
A través de su primer mandato, Trump fue clave para la candidatura que logró que Estados Unidos, México y Canadá se conviertan en los anfitriones del Mundial.
La confirmación de la sede se conoció en el 2018, cuando Trump era presidente.
De hecho, fue un aliado cercano de Gianni Infantino, presidente de la FIFA, quien lo felicitó públicamente tras su reelección. “¡Tendremos una gran Copa Mundial de la FIFA en los Estados Unidos de América! El fútbol une al mundo”, expresó Infantino, el 6 de noviembre del 2024, en sus redes sociales.
Polémicas en el deporte
Sin embargo, la política de Trump también ha generado tensiones en el deporte. Durante el Mundial Femenino 2019, las jugadoras de la selección de Estados Unidos, especialmente Megan Rapinoe, se opusieron públicamente a él, lo que desató un enfrentamiento mediático.
Más recientemente, Donald Trump criticó duramente la representación de La Última Cena durante la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de París 2024, calificándola de “vergüenza” y asegurando que, a pesar de ser “abierto de mente”, la escena le pareció “terrible”.
Aunque la elección de Trump no cambiará la sede del Mundial de 2026, su liderazgo podría influir en el ambiente político y social del evento, especialmente con las políticas migratorias.