Fabio Renato pasó de villano a héroe. Dos meses atrás estaba en un huracán. Y ahora los lojanos lo adoran. Le dicen todo tipo de elogios por los tres goles que le anotó a El Nacional y que pusieron a soñar a Liga de Loja con clasificarse a la final del torneo local, a la Libertadores 2013 y a la Sudamericana.
Cuando parecía que el plantel del técnico ecuatoriano Paúl Vélez se conformaba con un empate 0-0 en el partido frente a El Nacional, en el estadio Atahualpa, apareció Fabio Renato de Azevedo, el ariete brasileño que anotó los tres goles para los lojanos.
La victoria 3-1 resucitó también al DT cuencano, que llegó a Loja para hacer historia con la ‘Garra del Oso’, como apodan al equipo. Es la primera vez que ese plantel está en la cima de la tabla y pelea por un campeonato.
Antes del gol, al minuto 52’, el estratega descansaba en la banca de suplentes. A ese sitio llegó después de dirigir a sus pupilos en la primera etapa del partido.
En esa parte del cotejo, Vélez lucía inquieto, caminaba de un lado al otro, pero no interactuaba con los jugadores, como regularmente lo hace. Dos veces les llamó la atención a los futbolistas de manera general y en una solo oportunidad dialogó con Fabio Renato, en el borde de la cancha.
Lo que sea que le haya pedido al jugador, rindió el efecto deseado al final del cotejo. Liga (L) derrotó al plantel de Sixto Vizuete, quien durante la semana anticipó que sus pupilos jugarían por el honor.
Antes, en el partido frente a Ind. del Valle, la semana pasada, el DT Vizuete afirmó que buscarían un triunfo para estar en el pelotón de clubes que quieren uno de los tres cupos para participar en la Sudamericana. Hasta el momento, nada de lo que ha dicho se ha cumplido. Por eso, los hinchas del club militar estaban molestos.
Después del primer gol de Liga de Loja, el DT Vélez no se volvió a sentar. Su semblante cambió y su forma de dirigir también.
Desde el aérea técnica, el estratega cuencano pedía más orden a sus jugadores, que se apropien del esférico y que se aprovechen de la deficiente defensa que alineó el plantel criollo en ese momento.
Una línea de tres jugadores que no se entendieron y que dejaron espacios para los delanteros lojanos es lo que se observó en la segunda etapa del partido, tras la salida de Ridder Alcívar.
Durante los primeros 45 minutos la defensa criolla lució sólida. Alcívar fue el encargado de cortar las llegadas de sus rivales. Los mediocampistas manejaron la pelota, mientras que Juan Luis Anangonó, Marwin Pita y Juan José Govea intentaron anotar.
Ese buen desempeño del equipo de Vizuete se opacó en el tiempo complementario. Ahí fue donde aprovechó Liga de Loja para lograr la victoria, que lo ubica en el segundo lugar de la tabla de posiciones, detrás de Barcelona.
Fabio Renato volvió anotar en los minutos 61 y 74. El delantero de 32 años marcó el último tanto, tras recibir un centro de Franklin Salas. El ariete ingresó al minuto 70, en lugar del juvenil Johnny Uchuari, elogiado por un grupo de hinchas lojanos.
Fabio Renato festejó los dos primeros tantos con alegría, pero en el tercero se desató. Tras dejar inmóvil al golero Danny Cabezas, el brasileño empezó a girar en el aire, ante la mirada de sus colegas.
Después de hacer esas acrobacias, el delantero celebró la victoria con Vélez, quien tras el pitazo final elevó sus manos al cielo y se abrazó con sus pupilos.
El técnico y los dirigentes de la ‘Garra del Oso’ resaltaron el trabajo de los jugadores. También agradecieron el apoyo de los aficionados lojanos, que ayer los apoyaron desde la general noroccidental.
Ahora, Liga de Loja espera igual apoyo en el estadio Reina de El Cisne, la siguiente semana, en el partido con el Independiente del Valle, tercero en la tabla.
“Será duro. Pero nada está dicho todavía. Queremos un cupo para la Sudamericana, pero aún podemos luchar por clasificarnos a la final del torneo”, dijo Vélez.
Vizuete, en cambio, volvió a salir cabizbajo del estadio Atahualpa. Durante el cotejo lució molestó. Cada error cometido por sus pupilos le provocó darse la vuelta y mirar hacia la banca de suplentes. La hinchada colaboró para que se sintiera peor. Desde las gradas le criticaron los cambios. Juan José Govea fue unos de los jugadores que recibió más insultos.