Carlos Alfaro Moreno, presidente de Barcelona, estuvo nervioso durante la mañana de este 13 de mayo de 2021. Estaba en constante comunicación con el presidente de la Federación Ecuatoriana de Fútbol, Francisco Egas, hasta que recibió la noticia: El estadio Monumental acogerá la final de la Copa Libertadores de 2022.
El directivo festejó la decisión de la Conmebol y agradeció al trabajo que realizó la FEF. Ahora, el directivo se comprometió a trabajar para brindar un buen espectáculo y para que Barcelona pueda llegar a disputar ese partido histórico.
“Estamos acostumbrados a la presión. Vamos a trabajar mucho no solo para mostrar la joya que es nuestro estadio, sino para participar del evento y no solo observarlo y disfrutarlo desde afuera. Quedará marcado un precedente de que Ecuador está a la altura de estos eventos”, dijo Alfaro.
En marzo de 2021, el Monumental recibió la visita de los delegados de la Conmebol, para constatar el estado del inmueble. Según Egas, quedaron conformes con lo que encontraron, pese a dejar varias observaciones.
El estadio atraviesa una etapa de modernización. En el 2019 se instalaron ascensores para hinchas, en enero de 2021 se cambió el sistema de iluminación y en junio próximo se realizarán adecuaciones al sistema de riego de la cancha.
“Tenemos que ser direccionados, más que nada en el tema de seguridad. Tenemos más de un año para trabajar, no me puedo comprometer a algo que no tengo claro, es una noticia reciente”, dijo Alfaro.
Para concretar las posibles adecuaciones, la directiva de Barcelona planifica una reunión con el Municipio de Guayaquil en los próximos días.
Por su parte, Egas se refirió a la magnitud del evento y su importancia como impulso deportivo y económico para el país.
“Será el evento social y deportivo más importante en la historia de Guayaquil. Serán cerca de 80 mil personas que lleguen al estadio, además de otros miles que llegarán por negocio, trabajo o hinchas que no consigan boleto”, dijo Egas.
Según contó, para la final única de la Libertadores del 2019, que se jugó en el estadio Universitario de Perú, dejó ingresos de USD 2,5 millones para cada club finalista, solo por la venta de taquillas. “El giro de negocio es importantísimo”, dijo.