Vitara La producción llegó a su fin, pero la historia aún se escribe

El último Vitara  nacional se produjo en el mes de agosto. GM-OBB realizó un acto especial de despedida.

El último Vitara nacional se produjo en el mes de agosto. GM-OBB realizó un acto especial de despedida.

Como parte de la renovación de su portafolio en el segmento de los SUV, hace unos meses General Motors del Ecuador anunció el fin de la producción y comercialización del legendario todoterreno Chevrolet Vitara.

Si bien la descontinuación de un determinado modelo y la llegada de otro nuevo para reemplazarlo son parte de un proceso de recambio generacional normal en cualquier marca, la salida del mercado del Vitara causa nostalgia entre sus fieles seguidores.

Es que ese vehículo conquistó una gran cantidad de adeptos a lo largo de los 23 años en los que se ensambló localmente, gracias a sus características físicas y mecánicas que lo convirtieron en un ícono del mercado automotor.

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La historia del modelo en Ecuador se inició en 1990, cuando las primeras unidades salieron de la línea de montaje de la planta de General Motors - Ómnibus BB.

El diseño y altura de la carrocería, la distancia entre ejes corta, los amplios ángulos de ataque y salida y la disponibilidad de un sistema de tracción total conectable hacían del Vitara un verdadero todoterreno.

A esas cualidades se sumaron las dimensiones reducidas, la capacidad para cuatro ocupantes y la economía de combustible, que lo hicieron merecedor de las preferencias de una gran cantidad de usuarios ecuatorianos.

El Vitara se ensambló en GM-OBB hasta el 2008, cuando la necesidad de contar con el espacio físico necesario para la introducción de nuevos modelos motivó el traslado de su producción a la planta de Aymesa. La decisión contó con el aval de General Motors Corporation y Suzuki Motors Corporation, creadora del modelo.

En los últimos 23 años, de las líneas de producción de GM-OBB y Aymesa salieron más de 40 000 unidades del Vitara. La mayor parte de esa cifra se destinó a la comercialización en el país, mientras que el resto se exportó a Colombia.

Curiosamente, durante todo ese tiempo apenas se le introdujeron cambios mínimos. Las modificaciones más representativas se resumen en un panel de instrumentos rediseñado (1998), un sistema de inyección de combustible monopunto (1999), un sistema de inyección de combustible multipunto y un cabezote de 16 válvulas (2005).

Es precisamente ese uno de los aspectos más relevantes de la trayectoria comercial del Vitara, pues mantuvo un volumen de ventas considerable durante más de dos décadas, en un mercado cada vez más dinámico y competitivo.

GM atribuye el éxito del modelo a cualidades altamente valoradas por los consumidores como su robustez, durabilidad y versatilidad, pues brinda un desempeño óptimo tanto en superficies asfaltadas como en caminos difíciles.

Su salida del mercado de ningún modo implica que habrá escasez de repuestos o mano de obra. La red de concesionarios Chevrolet seguirá ofreciendo el respaldo de su servicio posventa durante varios años, como lo ha hecho con otros modelos que se han dejado de comercializar, pero que continúan en circulación.

El Chevrolet Vitara según sus usuarios

Compañero de travesías

EL PROPIETARIO. Alfredo Loayza es chef profesional. En su tiempo libre practica ciclismo de montaña y otros deportes de aventura. En su Vitara ha recorrido muchos lugares del país.

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Mi primer Vitara era de 1990. Lo tuve durante 12 años en los que completé 300 000 km a lo largo de todo el país, además de los recorridos cotidianos entre mi casa y el colegio.

Tuve mi segundo Vitara después de probar varias opciones. Me he dado cuenta de que es el vehículo más versátil que existe: puedo parquear donde sea, llegar al lugar que se me ocurra, cargarle mucho peso en la cajuela y seguir andando.

Definitivamente, su motor es tan potente y rápido como se necesita para cualquier camino o carretera. Al colocarle unas llantas pantaneras y una suspensión especial es el mejor carro que se podría esperar, por el balance que hay entra consumo, potencia, velocidad y seguridad.

Con un Vitara nunca te aburres y siempre llegas al destino propuesto. Es un privilegio tenerlo, ya que nunca presenta problemas mecánicos y con su motor fácilmente se puede circular a 200 000 km sin hacer nada más que el mantenimiento habitual que todos los vehículos necesitan cada 5 000 km.

A pesar de que salga del mercado, estoy seguro que seguirá siendo un modelo muy cotizado durante varios años más.

Realmente no he encontrado un mejor carro que el Vitara.


La aventura todoterreno

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EL PROPIETARIO. Freddy Sánchez es diseñador gráfico y aficionado al ciclismo de aventura. En su Vitara tuvo sus primeras experiencias ‘off road’ y le gustaron  las posibilidades.

Siempre fue mi sueño tener este vehículo, desde niño quise tener un todoterreno que me diera la libertad de ir a cualquier parte.

El Vitara tres puertas es un vehículo completo porque es fuerte, condición que lo hace ideal para transitar por cualquier camino.

Como aficionado al ciclismo de montaña, una vez por semana hago travesías 'off road' hasta los lugares donde practico o donde se desarrollan las competencias. Con mi Vitara he llegado sin problemas a los tours de Zuleta y El Chaupi.

También he realizado paseos a lugares como el Cotopaxi, los Illinizas, las playas y la Amazonía.

Por ser un 4x4 liviano, el Vitara entra y sale sin problemas de sitios donde los caminos son muy irregulares. Con él también he podido remolcar a autos más pequeños que se han quedado atrapados en zonas de difícil acceso.

Este vehículo me ha llevado a sitios increíbles y me ha permitido conocer mejor varios rincones de nuestro país. Considero que es un ícono en las montañas y carreteras del Ecuador.


Un modelo versátil

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EL PROPIETARIO. Juan Sebastián Pérez es un profesional de la cocina. Le gusta subir a los páramos e ir de campamento a las montañas, para lo cual el Vitara le resulta un vehículo ideal.

Mi primer Vitara era de 1990. Lo tuve durante 12 años en los que completé 300 000 km a lo largo de todo el país, además de los recorridos cotidianos entre mi casa y el colegio.
Tuve mi segundo Vitara después de probar varias opciones. Me he dado cuenta de que es el vehículo más versátil que existe: puedo parquear donde sea, llegar al lugar que se me ocurra, cargarle mucho peso en la cajuela y seguir andando.
Definitivamente, su motor es tan potente y rápido como se necesita para cualquier camino o carretera.  Al colocarle unas llantas pantaneras y una suspensión especial es el mejor carro que se podría esperar, por el balance que hay entra consumo, potencia, velocidad y seguridad.
Con un Vitara nunca te aburres y siempre llegas al destino propuesto. Es un privilegio tenerlo, ya que nunca presenta problemas mecánicos y con su motor fácilmente se puede circular a 200 000 km sin hacer nada más que el mantenimiento habitual que todos los vehículos necesitan cada 5 000 km.
A pesar de que salga del mercado, estoy seguro que seguirá siendo un modelo muy cotizado durante varios años más.
Realmente no he encontrado un mejor carro que el Vitara.

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