El fabricante de automóviles japonés Toyota espera pasar la página de años difíciles marcados por la crisis financiera, problemas técnicos de sus vehículos y el devastador terremoto del pasado año en Japón que le hicieron perder su liderazgo en el mercado internacional.
El grupo nipón anunció esta semana que espera un aumento del 18% de las ventas de autos, camiones y autobuses este año fiscal, lo que le permitiría volver a obtener beneficios cuantiosos.
“Hemos sufrido mucho los últimos años. Ahora, nuestros esfuerzos van a permitir obtener resultados tangibles”, prometió el presidente del grupo, Akio Toyoda.
Después de las ventas y los beneficios históricos registrados en el ejercicio 2007-2008, el fabricante septuagenario ha multiplicado los reveses empresariales.
La tormenta financiera internacional de 2008-2009 socavó sus ventas en Japón, en América del Norte y en Europa, haciendo que cayera en números rojos por primera vez en su historia.
En el momento en que el mercado comenzaba a recuperarse, el grupo tuvo que retirar a más de nueve millones de vehículos entre septiembre del 2008 y febrero del 2010, sobre todo en EE.UU., debido a problemas técnicos, en particular, en los pedales de aceleración que quedaban bloqueados.
Esta crisis sin precedentes deterioró su imagen y hundió sus ventas en el mercado estadounidense, en un momento en que sus competidores locales General Motors y Ford se recuperaban de una profunda recesión económica.
El gigante basado en la región industrial de Nagoya (centro de Japón) sufrió en carne propia el terrible terremoto y tsunami que destrozaron el noreste del archipiélago el 11 de marzo del 2011.
Sus proveedores en Japón tuvieron que suspender los suministros, obligándole a parar las cadenas de ensamblaje en el mundo entero. Unos meses más tarde, cuando la empresa empezaba a recuperarse del retraso en la producción, las inundaciones catastróficas en Tailandia volvieron a afectar el suministro de piezas.
Al final, el fabricante perdió en el 2011 el liderazgo mundial que ostentó entre el 2008 y el 2010, superado no solo por el estadounidense General Motors, sino también por el alemán Volkswagen, e incluso por la alianza francojaponesa Renault-Nissan si se tienen en cuenta las ventas del fabricante Avtovaz que está en proceso de compra.
A todo esto se suma la revalorización del yen, uno de los valores refugio en tiempos de crisis, que ha socavado sus márgenes.
El efecto ha sido terrible para Toyota que exporta desde Japón un quinto de su producción mundial mientras sus principales competidores, Honda y sobre todo Nissan, han deslocalizado parte de su producción. Como consecuencia, sus beneficios cayeron en más de un cuarto el pasado año.
“Sus beneficios van a tardar en recuperarse”, dada su posición en el mercado mundial, en particular en China, donde su competidor Nissan está mejor situado, dijo el experto Tatsuya Mizuno.
Este último subraya que la tecnología híbrida, de la que Toyota es pionero y que le garantiza buenas ventas en Japón, podría “no ser el modelo de referencia del mercado internacional en el futuro”.
“El coste de la tecnología eléctrica se reduce antes de lo previsto y Toyota trata de recuperar su retraso en este nicho”, justifica.
Por otra parte, Toyota Motor Corp planea fabricar alrededor de 100 000 automóviles híbridos al año en Estados Unidos y China para aumentar las ventas de vehículos ecológicos, según informó el periódico japonés especializado en economía Nikkei.
El gigante hasta ahora ha fabricado híbridos solo en Japón, temiendo que la fabricación en el extranjero pueda provocar la filtración de información respecto a tecnologías, publicó el periódico.
La compañía está evaluando ahora la fabricación en Estados Unidos y China debido a que los altos precios obstaculizan el éxito de los híbridos en los dos mayores mercados de automóviles, anotó el mencionado medio.
Toyota planea comenzar la fabricación del Prius en Estados Unidos alrededor del 2015, y prevé desarrollar componentes claves para el Prius en China, agregó el periódico.
Fuentes: AFP y Reuters