Quien acude a un rally de automóviles de época con este Volkswagen debe enfrentarse a muchas preguntas. ¿Es un modelo previo del Scirocco? ¿O es un descendiente de Karmann Ghia? “No, es un SP2”, es la respuesta.
Aunque se fabricaron 10 000 unidades del bonito cupé y llama mucho la atención, el modelo SP2 es un gran desconocido. Hay razones para ello: solo se vendió y se produjo en Brasil y solo pocas decenas atravesaron el Atlántico para llegar a Europa. De ahí que la celebración de su 40 aniversario sea bastante discreta.
Que el SP2 siga existiendo se debe al que fue director de VW en Brasil, Rudolf Leiding, y al Gobierno militar de la época, según dice Eberhard Kittler, que dirige la sección de clásicos de la marca.
Leiding quiso un pequeño deportivo para mejorar la imagen de la firma; y el Gobierno no quería ver autos extranjeros en sus calles. Por lo tanto, Leiding reunió a los ingenieros en el centro industrial de Sao Bernardo y desarrolló el prototipo.
[[OBJECT]]
Aunque no había una estrategia de plataforma, los componentes para un proyecto así estaban disponibles debido a la paleta de modelos de la marca: el eje delantero era del Beetle, el trasero y el motor del Typ 3 y el diseño fue obra del jefe. Los bocetos para el cupé los hizo el propio Leiding, que luego los discutía con su mujer, Helga, encargada de dar los últimos retoques al auto de 4,22 metros de largo y 1,16 metros de alto.
Hace poco más de 40 años, en junio de 1972, comenzó en la planta de Sao Paulo de Karmann, filial de VW, la producción del vehículo, que logró un pequeño éxito: hasta que dejó de producirse en 1976. La idea de Leiding de cuidar la imagen había funcionado, pese a que lo único deportivo del SP2 era el diseño.
El motor, situado en la parte trasera, era un cuatro cilindros del Volkswagen Typ 3 ampliado hasta 1,7 litros, lo que sin embargo no hizo que rindiera más allá de los 64 caballos de potencia.
El vehículo ligero de 900 kilos petardeaba como un viejo Beetle y necesitaba 17,2 segundos para pasar de 0 a 100 km/h. Con viento a favor podía llegar hasta los 160 km/h. Los ‘fans’ del SP2 explican con humor el significado de las siglas: SP quiere decir en brasileño “sem potencia” (sin potencia).
Pero el coche aún se muestra ‘cool’ bajo el Pan de Azúcar y sorprendentemente ofrece a los ocupantes una gran comodidad. El banco trasero solo sirve para dejar chaquetas o bolsas, pero los asientos de delante son cómodos, aunque casi se pegue con el trasero en el asfalto. Las manos agarran un volante fino con tres radios, la palanca del cambio de cuatro marchas es corta y los ojos leen los datos en los instrumentos de un tablero cromado en cuero artificial.
Si el SP2 hubiera sido global y hubiera llegado a Europa y al resto de América, quizás un modelo como el Volkswagen Scirocco no se habría destacado tanto.
Además de que no era posible por las leyes de la época, en la sede central de Wolfsburgo (Alemania) tampoco se quería que los brasileños les marcaran el paso. Poco después llegó el Scirocco, que antes incluso que el Golf adelantó el cambio del motor trasero al frontal y el cambio de la refrigeración de aire a la de agua. Ya no era necesario el exótico modelo brasileño.
El hecho de que algunos ejemplares del SP2 llegaran a Europa fue gracias a empleados de Volkswagen en Brasil, que los exportaron al Viejo Continente antes de saber que ahora se ofrecería en Internet hasta 50 000 euros por el viejo modelo (más de USD 61 500).
Uno de ellos llegó incluso en avión: cuando empezó la producción del modelo en Brasil, el creador del SP2, Leiding, ya estaba de vuelta en Alemania, donde se convirtió en presidente de la firma. Con motivo del cumpleaños de su esposa, le regaló uno de los autos que ellos habían diseñado.
Fuente: DPA