Cuando BMW presentó el prototipo de un ‘megascooter’ al que denominó Concept C en el Salón de la Moto de Milán, a finales del 2010, no se sabía si se trataba de un simple ejercicio de diseño o del anticipo de un modelo futurista.
El paso del tiempo confirmó lo segundo, pues el vehículo ya es una realidad, ahora con el nombre definitivo de C 650 GT.
No obstante, ante estos ciclomotores innovadores que rompen la estructura convencional de una moto y de un scooter, no son pocos quienes se preguntan cuál es su función a su llegada al mercado.
En respuesta, el fabricante alemán asegura que el C 650 GT combina las prestaciones y cualidades dinámicas de una moto con el confort y la facilidad de conducción propias de un scooter.
En cuanto a la mecánica, el vehículo recibe el impulso de un nuevo propulsor bicilíndrico de cuatro tiempos y 647 cm³ de cilindrada, capaz de desarrollar 60 caballos de potencia y 66 Nm de torque.
Está asociado a una transmisión continuamente variable (CVT) para mejorar el confort de marcha.
Otro elemento que potencia la comodidad es el escape fabricado en acero inoxidable que, además de incluir un catalizador que cumple la normativa anticontaminación Euro4, reduce significativamente el ruido del motor.
En el apartado estructural, el C 650 GT cuenta con un chasís fabricado en tubos de acero de alta resistencia. El basculante es tipo monobrazo y en su interior esconde la cadena de transmisión.
Dos discos de freno de 270 mm de diámetro (adelante y atrás) se encargan de contener el ímpetu mecánico de este modelo. Además, el sistema se refuerza con un dispositivo antibloqueo fabricado por Bosch que apenas pesa 700 g.
Opcionalmente, se pude incluir un asiento calefactable automático que se regula según la temperatura exterior y la velocidad de circulación.
LA MOTO EN BREVE
Combustible. El sistema de inyección se ajusta a la temperatura del motor, del ambiente y la presión atmosférica para reducir el consumo.
C 600 Sport. Es una variante deportiva más radical que alcanza los 175 km/h.