Tras la grave crisis de la industria automovilística global, registrada entre el 2008 y el 2010, producto de la debacle financiera internacional; las señales de recuperación son innegables.
A escala planetaria, el 2012 registró un incremento importante de ventas de autos nuevos en dos de los mercados más grandes del mundo: China y Estados Unidos, así como en las economías emergentes de India, Brasil, Rusia y México. A esta escalada se suman los exitosos salones de Detroit y de Chicago (en este año), la ampliación de diversas factorías e incluso el proyecto de construcción de una segunda fábrica de Nissan, en Aguascalientes (México), cuyos avances pude constatar personalmente gracias a una invitación de Automotores y Anexos.
En el ámbito nacional, a pesar de las restricciones gubernamentales en la cuota de importación de vehículos, la industria está en crecimiento. General Motors inauguró su planta de pintura en Quito, Great Wall ya cuenta con una ensambladora en Ambato y en este mes Metrocar estrenará un Centro de Colisiones en Cuenca. Hechos que reflejan el restablecimiento del sector y que auspician un futuro promisorio para todas las marcas.