El rally mundial consagró a su nuevo campeón el fin de semana pasado.
Al mando de un Volkswagen Polo, el piloto francés Sébastien Ogier, de 29 años, celebró el título de este año con dos fechas de anticipación, en el rally de Francia.
Con siete victorias durante el año, este joven se impuso al español Dani Sordo por 12 segundos, con lo que se demostró su superioridad durante todo el campeonato. La ventaja con el finlandés Jari-Matti Latvala, quien finalizó en tercer lugar, fue aún mayor: 19 segundos.
La clave para el éxito de Ogier fue conquistar las plazas en Suecia, México, Portugal, Italia, Finlandia y Australia. Estas permitieron que sacara una diferencia de 94 puntos en la tabla de posiciones frente a su inmediato perseguidor, el belga Thierry Neuville de Ford.
Pero el triunfo del francés no fue cosa fácil. Al segundo día de competencia, él tenía una desventaja de 30 segundos con relación al líder de esa jornada, Neuville. No obstante, al tercer día consiguió cinco mejores tiempos en varios tramos de la ruta. Esto le permitió recuperar posiciones para rematar en primer lugar el pasado domingo.
Pero no todo fue alegría en el circuito de Alsacia, pues el nueve veces campeón del mundo Sébastien Loeb se retiró de las pistas. Aunque su anhelo fue despedirse con una victoria en su tierra de origen, el también francés no lo logró. Una mala maniobra, sumada a la lluvia, hizo que el experimentado conductor cayera en un barranco y su automóvil quedara al revés.
El piloto quiso rendir culto a todos sus fans, pero debió abandonar la prueba. “Me retiro triste, pero sin remordimientos por haberlo intentado todo para ganar”, dijo.
Loeb, quien reinó el rally desde 2004, anunció su retiro el año pasado. Su principal argumento fue compartir más tiempo con su familia; su esposa Severine y su hija Valentine. Este año disputó solo cuatro rallies.
Fuente: AFP